18 abr. 2025

MEC siembra censura

Miguel H. López – En TW: @miguelhache

El Gobierno, a través del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), está desplegando en los últimos años su más rancia expresión de mediocridad y autoritarismo.

La actual prohibición a los estudiantes de colegios a montar paneles para hablar y debatir asuntos de realidad nacional, si antes no escriben un proyecto educativo, lo someten a todas las instancias burocráticas de la institución, para que luego les indiquen a quién invitar y a quién no, y finalmente imponerles controles y moderadores, es solo un botón más de muestra.

Nadie puede olvidar la razzia autoritaria que desplegó Marta Lafuente en sus años de ministra, los primeros cuatro periodos del cartismo. Impuso lo que se le cantó, incluyendo descuentos ilegales y compulsivos al plantel docente. Hasta que todo le cayó encima y por una decisión política debió ser renunciada para desactivar las tomas y paros de instituciones educativas que empezaban a rebelarse en su contra, en serie, y en repudio.

Como en una perversa ecuación, el asunto se colocó en una relación casi matemática. Cuanto más autoritarismo, más mediocridad en el sistema educativo. Nadie puede negar que los resultados que deja anualmente el MEC van de mediano a malo; y empeoran cada vez más.

El Gobierno se está metiendo con una de las franjas más sensibles y delicadas de la población, los niños y jóvenes; y para enlodar más el cuadro ahora pretende cortar la escasa iniciativa de expresión democrática y de libertad que existía: paneles y debates autónomos de temas de la realidad con personas fuera de los esquemas del Estado y del discurso oficialista.

Si hasta los centros de estudiantes controlan, no es extraño que hoy quieran extender su censura a las ideas y sus contenidos. El dictador Stroessner (1954-1989) estaría feliz por lo aplicado que andan sus pichones.

María del Carmen Giménez, la viceministra de Educación, es la abanderada de esta última cruzada antidemocrática desde el MEC. Tal vez porque su titular, Enrique Riera Escudero, no se atreve a mostrar la cara. Sus años de autorreferenciado juvenil de la lucha contra el autoritarismo hace tiempo cayeron en saco roto; y aparte de ser actualmente un abyecto camaleón, buscador de candidaturas ofrecidas, su otro modus operandi es tomar malas decisiones al frente de la cartera de Educación. No hace mucho, también anunció la idea de crear instituciones especiales para chicos sobresalientes. Un propósito que contraviene la Constitución y abona el terreno para un amplio despliegue de discriminación.

El Estado, que debe ser garante de los derechos básicos de las personas y defensor de la cultura y régimen democráticos con justicia social, bajo el Gobierno de Cartes solo busca cubrir formalidades e imponer un pensamiento único, el suyo. Verticalismo chato, de un grupo que solo piensa en ellos. El resto puede morir. Si es en silencio, mejor...