06 feb. 2025

Medidas del BCP no dieron efecto esperado y ya se habla de recesión

Ajustes a la baja a la tasa de referencia fueron anulados por la suba del dólar, en un escenario de condiciones climáticas adversas y un entorno internacional incierto en la primera mitad del 2019.

@marthegarza

El Banco Central del Paraguay (BCP) cerró el primer año de gestión de su actual presidente, José Cantero. En este tiempo, la entidad se enfrentó a un difícil 2019, cuyo primer semestre arroja señales de haber caído en una recesión económica, debido a la caída de la actividad del mercado ya por 2 trimestres consecutivos.

El BCP contó con el escenario propicio para buscar dinamizar el mercado, pues los bajos niveles de inflación acompañaban a los pronósticos de una economía que claramente se desaceleraría, como consecuencia de la sequía en la producción de soja. A esto se sumaba el menor ritmo del comercio fronterizo, generado por la brecha cambiaria desfavorable para el guaraní frente al real brasileño y el peso argentino, y la pérdida de competitividad que sufría la carne paraguaya en los mercados internacionales.

Con este panorama, la banca matriz resolvió en febrero de 2019 recortar a 5% su tasa de política monetaria (a partir del 5,25% en que se mantuvo por un largo tiempo) con la intención de que este ajuste se traslade a los créditos que ofrecen los bancos a sus clientes y se inyecte más dinero al mercado. Esta medida se repitió en marzo y julio, por 50 puntos básicos más, y la tasa de referencia quedó en 4,50%.

Los resultados de estas acciones no fueron los esperados. En junio de 2019, los préstamos mostraron en promedio un incremento de 0,56 puntos respecto a junio de 2018, para ubicarse en 15,85%, según registros oficiales. Miguel Mora, economista jefe del BCP, explicó que esta situación se debió en parte a la elevada cotización que el dólar exhibía entre abril y mayo, con valores que rondaron los G. 6.400 a la venta, en el sector minorista.

Los agentes del mercado prefirieron así refugiarse en una moneda fortalecida, el dólar, y los bancos pidieron tasas más altas por los instrumentos de regulación monetaria (IRM) a plazos que ofrecía el BCP; esto desembocó en un escenario de contracción antes que de expansión, en dirección opuesta a lo que pretendía producirse con las medidas anticíclicas anunciadas por el Gobierno. De esta manera, la tasa de política monetaria (conocida como tasa overnight o de un día) se mantenía por debajo del valor del 2018, pero las tasas a plazo seguían el camino contrario.

Mora agregó a la percepción de riesgo del sistema financiero hacia el desempeño económico de los diversos sectores entre los factores que llevaron a elevar las tasas de interés de créditos al público. “Lo que nosotros introducimos son incentivos a bajar la tasa de mercado o la curva de rendimiento, pero el mercado también tiene en cuenta otros elementos que eventualmente pueden llevar a un aumento de la tasa cuando nosotros estamos reduciendo la tasa de política monetaria”, relató.

Los esfuerzos del BCP por estabilizar a la moneda norteamericana desembocaron también en el retiro de guaraníes del sistema, a través de operaciones de venta de dólares al mercado cambiario que sumaron USD 865,3 millones entre enero y julio. El dinero circulante experimentó así una retracción de 0,9% en junio pasado, frente al mes anterior, y un incremento de apenas 2,4% respecto al sexto mes del 2018; este fue el menor nivel de inyección de billetes y monedas en tres años, de acuerdo con datos publicados por la banca matriz.

El BCP ajustó a 1,5% su proyección de crecimiento económico para el 2019, desde el 4% inicial.