En República Checa, las restricciones afectan al “sacrificio de cerdos”, una tradición en la que además los carniceros visitan los hogares de sus clientes para proveerles carne para las comidas navideñas. La reglamentación estipula que ahora es necesario contar con un pase para poder participar en estas fiestas de matanza de cerdos, limitando estas reuniones a 1.000 personas, en tanto por lo general sólo asisten algunos familiares de los criadores de porcinos.
En Inglaterra, estos pases son obligatorios en discotecas y en pubs con pista o espacios de baile. No obstante, esta medida solamente se aplica a partir de la 01:00, por lo que los juerguistas pueden llegar antes de esa hora fatídica sin ser controlados por los porteros.
Los dueños de estos locales se han opuesto a intervenir en las pistas de baile para solicitar los pases a partir de esa hora.
Poder asistir a las misas navideñas en las iglesias griegas continúa siendo un enigma. El gobierno decretó que aquellos que no estén vacunados deben presentar certificado de test negativo o comprobante de vacunación para poder entrar a los templos. La Iglesia ortodoxa griega, en la que muchos de sus clérigos continúan siendo escépticos respecto a las vacunas, afirmó que no puede realizar controles a la entrada de las iglesias. Los funcionarios electos quedan en forma temporal suspendidos en sus funciones si no cuentan con un certificado de vacunación en Letonia. Hasta ahora, 19 concejales fueron suspendidos en el país báltico. Sus escaños son asignados temporalmente a sus adversarios directos en la consulta que los llevó a obtener sus cargos. También ha sido suspendida una diputada del Parlamento nacional, Julija Stepanenko, cofundadora del Partido Letonia Primero. EFE