A través de un extenso reportaje al que se le dio un importante destaque, el periódico The Washington Post, uno de los más relevantes de los Estados Unidos, se hizo eco del auge del envío masivo de cocaína a Europa a través de la hidrovía Paraguay-Paraná.
El artículo fue realizado por los periodistas Jennifer Samuel, Jon Gerberg, Reem Akkad, Peter Finn, Joseph Moore y Adrián Blanco Ramos, que contó con la colaboración del periodista paraguayo Arístides Ortiz.
Los reporteros recorrieron nuestro país e incluso se embarcaron en el buque Josamo, que transportaba contenedores de productos legales, y pasó por Rosario, Argentina, hasta llegar al puerto de Montevideo, de donde haría un trasbordo para que los productos lleguen a Polonia.
Los reporteros destacaron que la explosión del negocio mundial del transporte de contenedores ha permitido a los narcotraficantes aprovechar una vía fluvial que hace apenas unos años habría parecido ilógica: dirigirse hacia el sur, en lugar de hacia el norte, trayendo la carga desde Bolivia hasta puertos en Paraguay para luego conectar con el Río de la Plata.
Nota vinculada: Las mayores cargas de cocaína incautadas en Europa tienen como origen a Paraguay
Destacaron que las incautaciones de cocaína a lo largo del río “alimentan el creciente apetito de cocaína en Europa y el mundo”, señalando que en el 2020, en pleno confinamiento por la pandemia del Covid-19, se realizaron algunas de las mayores incautaciones de drogas en Europa que llegaban en contenedores que primero viajaron por este río.
Recordaron una incautación histórica de más de diez toneladas de cocaína que se dio en el año 2023 en el puerto de Hamburgo, Alemania, que se convirtió en el mayor decomiso de droga fuera de Sudamérica en todo 2023.
Lea más: A “factor humano” atribuyen salida de cocaína incautada en Hamburgo
Los periodistas destacaron que nueve días antes de que el contenedor de semillas de sésamo —donde iba oculta la droga— fuera cargado en el puerto de Asunción, las autoridades paraguayas habían organizado un gran acto para celebrar la llegada de cinco nuevos escáneres, cuatro de ellos donados por Taiwán y fabricados en Estados Unidos.
La incautación masiva en Hamburgo cayó como un balde de agua fría sobre el gobierno paraguayo, según admitió al medio extranjero un funcionario del gobierno, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar sobre el caso. “Fue una gran vergüenza”, señaló.
Según cifras publicadas por los reporteros, unos 78.000 contenedores salieron de los puertos paraguayos rumbo al sur, a Argentina o Uruguay, y cruzaron el Atlántico. Resaltaron que la industria de la cocaína ha experimentado un auge y las autoridades de seguridad han tomado medidas enérgicas en puertos tradicionalmente vulnerables, los grupos criminales han creado nuevas rutas y nuevos mercados.
“La Policía no está preparada”
El medio extranjero pone la lupa sobre los organismos de seguridad de nuestro país, afirmando que “no están preparados para combatir el crimen organizado transnacional”. “Paraguay, a diferencia de sus vecinos, prácticamente no tiene radares aéreos, lo que facilita a los traficantes de Bolivia el transporte de drogas (cocaína producida en Colombia, Perú o Bolivia) a pistas de aterrizaje ilegales en la parte norte de Paraguay, una de las zonas menos habitadas del continente”, enfatizaron.
Relacionado: Cae importante carga de cocaína en Alemania, que habría salido de Paraguay
“La evolución del crimen organizado ha sido más rápida que la evolución de las fuerzas de seguridad”, afirmó Óscar Chamorro, jefe de la guardia costera de Paraguay, uno de los entrevistados.
Escándalo de la DEA
En otra parte del reportaje hacen mención a la polémica desatada por el pedido del titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de cortar con la cooperación con la Administración para el Control de Drogas (DEA), de Estados Unidos.
Afirman que la ruptura del convenio podría entorpecer la búsqueda de Sebastián Marset, el capo fugitivo de la droga que se escondió en el país, haciéndose pasar por jugador profesional de fútbol y se cree que controla gran parte del tráfico por el río Paraguay.
“Algunos ex funcionarios paraguayos argumentaron que la medida (de cortar el vínculo con la DEA) era un intento de proteger a los principales políticos paraguayos con vínculos con el tráfico de drogas”, resaltaron.