La docente del Colegio Santa Elena detalló en el hilo de Twitter que sus alumnos de séptimo, octavo y noveno grado hicieron una investigación sobre los problemas que querían resolver, y en la siguiente clase le presentaron las soluciones que hallaron.
Entre ellas, proponen una Eco Bag, una mochila con productos reutilizables (cubiertos y cepillos de dientes de bambú, espacio para guardar la basura, entre otros); Hope, un kit para niños con semillas e instrucciones de cómo plantar árboles, o el Egg Shell Crusher, una máquina para destruir cáscaras de huevos para usarlas después como abono.
Otras propuestas más figuran en la narración de Vera, que, independientemente de que ya pudieron o no haber sido inventadas, contribuyen enormemente a concienciar sobre el medioambiente.
Más allá de educar a los niños sobre las consecuencias de quemar basura y pastizales y sobre las penas (monetarias y carcelarias) que se aplican a los infractores, trabajar con ellos en ideas que colaboren a cuidar el medioambiente aporta en demasía al país y al mundo.
Hasta el momento, la concienciación que se realiza en las escuelas y colegios sobre los estragos que causa la quema de pastizales no fue efectiva. Y eso se nota con la proliferación de incendios forestales, donde dueños de estancias, quienes supuestamente tienen cierta formación, junto con sus empleados, queman los campos para renovar la pastura, principalmente para el ganado.
Los incendios forestales están arrasando no solo con la vegetación sino también con la fauna, provocando daños irreparables en muchos casos.
Según datos del Instituto Forestal Nacional (Infona), el ecosistema del Chaco paraguayo tardará, aproximadamente, seis años en recuperarse luego de los incendios forestales, y las zonas afectadas en la Región Oriental, más de 15 años.
Entretanto, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) informó que en el territorio paraguayo se encuentran en vías de extinción más de 100 especies.
Por ello, urge que el Ministerio de Educación adecue su malla curricular y enfatice no solo en las consecuencias, sino también en las propuestas para conservar el medioambiente.
Para ello, debe coordinar las tareas con el Mades en la elaboración de materiales que puedan ser entregados no solo a los estudiantes sino también a sus padres o tutores.
Pero, además, se deben endurecer las penas, monetarias y carcelarias, de manera que las personas se abstengan de seguir manteniendo una tradición que hace mucho daño.
Paraguay necesita avanzar en el cumplimiento de las normas de protección del medioambiente, no solo porque comparte territorio del Pantanal y del Acuífero Guaraní, sino también por el legado que se dejará a las futuras generaciones.
Contar con más docentes como Dani Vera, que alienten y visibilicen la importancia de ejecutar acciones a favor del medioambiente, es más que necesario. Y las autoridades deberían empezar a hacer su trabajo y prestar atención a las propuestas de alumnos y docentes preocupados por el futuro del país.