El Mediterrani Residencial se proyecta como una nueva opción habitacional en la ciudad de Encarnación. Se trata de un moderno edificio, con un diseño audaz, innovador, confortable que ofrece privilegiadas vistas al río Paraná. Posee una altura de 51 metros; 15 niveles; 34 departamentos de 1, 2 y 3 ambientes; e importantes amenidades.
La palada inicial de la obra se realizó el viernes 7 de febrero y contó con la presencia de los inversionistas europeos: Alfonzo Ruiz, de España; y Oleh Zahiney y Serhiy Musiyenko, de Ucrania; estos llegaron al país con el proyecto de inversión a través de Juan de Dios Acosta Vera. Del acto oficial participaron también autoridades parlamentarias y municipales, además de empresarios, comerciantes e invitados especiales.
El nuevo proyecto está a cargo del arquitecto Miguel A. Lopatiuk y su equipo de profesionales encarnacenos. “Dentro del diseño se ha priorizado mucho la vista al río Paraná. Los inversores son extranjeros, así que han solicitado como premisa que consideremos el espectro de traer un pedacito del mediterráneo a nuestro país, a nuestra ciudad y, en base a ello, desarrollamos toda la idea”, destacó el arquitecto.
Lopatiuk agregó que con Mediterrani Residencial lograron una propuesta de diseño que conjuga la armonía, belleza, confort, innovación en tecnología y la privilegiada vista al río Paraná. Además de los departamentos, el edificio contará con estacionamientos y amenities como gimnasio, quincho, piscina, entre otros espacios.
Mediterrani, un estilo de vida
El inversor español, Alfonzo Ruiz, explicó que con este proyecto quieren aportar un estilo de vida enfocado en la cultura mediterránea. “Queremos aportar a lo que ustedes ya tienen, nuestra cultura mediterránea; la puesta del sol, el río, nuestra gastronomía, un poco de la mezcla de ustedes con nosotros”, destacó.
Recordó que tuvieron la ocasión de ver la puesta del sol desde el santuario de la Virgen de Itacuá y eso los motivó a invertir en Encarnación, gracias a su estratégica ubicación.
Por su parte, Oleh Zahiney, también inversor, señaló que, al ver el proyecto, siente una impaciencia tremenda y el orgullo de ser parte del crecimiento de Encarnación. “Es un país con valores tradicionales, lo que nos encanta. Venimos un poco de ese futuro incierto de Europa y hay cosas que no nos convencen allí, mientras que aquí encontramos la amabilidad increíble; obviamente respeto a su tierra, a sus tradiciones, al idioma guaraní y el alma muy abierta de querer aprender”, expresó.