04 feb. 2025

Mejorar calidad del gasto público para garantizar mejores servicios

El gasto público sigue aumentando sin que haya evidencia de mejoras en los servicios. Esto se debe a que los incrementos son casi inerciales, sin formar parte de un proceso de reformas que nos ayuden a superar el status quo en la implementación de las políticas públicas. A este problema se agrega el fuerte incremento en el pago de los compromisos de la deuda pública, cuyos resultados después de varios años de inversión en infraestructura tampoco son sentidos por la población. Es urgente que las autoridades den señales de cambio implementando medidas para mejorar la calidad del gasto.

Ya no existe la excusa al menos en lo que se refiere a la inexistencia de normas poco efectivas teniendo en cuenta que se modificaron dos de las más importantes: La Ley del Servicio Civil y la de Contrataciones Públicas.
El aumento del peso relativo de los salarios continúa y se produce en el marco de la ausencia de una carrera del servicio civil que vincule remuneraciones con méritos y resultados en la gestión. Esto termina siendo un problema, ya que a pesar de que el argumento es que se incrementa por el crecimiento “vegetativo” y en áreas sensibles para la población, como son la salud y la educación, la ciudadanía no siente que mejoren los servicios.

En el caso de la política de salud es todavía más problemático, ya que se anuncian aumentos en el rubro de remuneraciones y de medicamentos, pero muchos pacientes siguen sin contar con turnos y sufren el desabatecimiento.

A diario, la ciudadanía es testigo de los problemas que enfrenta la ausencia de un sistema de salud que garantice atención básica y especializada. La falta de medicamentos, la ineficiente gestión de los recursos humanos y un modelo de atención que privilegia los hospitales y que deja en segundo nivel la atención primaria no solo encarece los costos, sino que además excluye a una parte importante de la población.

Los indicadores educativos ubican al país entre los peores del mundo. Un porcentaje de la niñez y adolescencia está fuera de la escuela y la que asiste aprende poco o nada. El aumento de los salarios debe reparar la pérdida del poder adquisitivo debido a la inflación, pero también responder a criterios basados en las capacidades y resultados.

Una parte importante del aumento del gasto se debe al pago de los intereses de la deuda, cuyos beneficios tampoco son sentidos por la población. Al contrario, los reclamos sobre el pago de peajes de los pobladores de bajos ingresos debe ser una señal de alarma acerca de la percepción ciudadana respecto de la inversión en infraestructura y sus beneficios para la calidad de vida.

Paraguay cuenta actualmente con nuevas normas en materia de compras públicas y manejo de recursos humanos. El Gobierno debe dar a conocer los planes de reformas para mostrar señales de cambio aunque estos sean mínimos como, por ejemplo, el cumplimiento de horarios y de buen trato. Estos mínimos cambios pueden ser percibidos por la ciudadanía en el corto plazo. Las quejas sobre el ausentismo, la llegada tardía, la falta de respeto y de compromiso con sus responsabilidades por parte de los funcionarios públicos son permanentes en todos los servicios que tienen contacto directo con el público.

Otras acciones pueden pasar desapercibidas, pero sus resultados tienen impacto debido a que reducen la sensación de impunidad ante el mal ejercicio de las funciones. La penalización ejemplar, pero justa a quienes incumplen sus funciones no solo darán señales positivas hacia la ciudadanía, sino también hacia quienes están acostumbrados a presionar a funcionarios para lograr sus objetivos particulares.

La nueva norma de contrataciones públicas debe tener efecto en el corto plazo en los precios y la calidad de los medicamentos. Este resultado no se limita a los pacientes que se verán beneficiados puesto que con un buen mecanismo de información pública que comunique sobre las mejoras, el resto de la ciudadanía sentirá que sus impuestos son bien invertidos aumentando la confianza en el Estado, tan importante para la construcción de un sentido de identidad y cohesión social. Aumentar la calidad del gasto e informar sobre las medidas son fundamentales para la vida, la confianza ciudadana y la gobernabilidad. Las autoridades deben mostrar un plan e informar las medidas y resultados en el corto y mediano plazo para mejorar el ánimo de la ciudadanía y su bienestar.

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