En el séptimo día del Novenario a la Virgen de Caacupé, con el lema Cristo es Nuestra Paz, Melanio Medina, obispo emérito de la Diócesis de San Juan Bautista de Misiones, reflexionó sobre la situación de la Justicia y la gestión que llevan adelante las autoridades nacionales.
“Nuestro derecho humano exige alimentación, vivienda, ropa. Hoy hay mucha necesidad y hambre (...) Tenemos que procurar por el bien universal y ahí tenemos que ver cómo las instituciones llevan adelante la paz. Ahí vemos al Parlamento, donde la división de los partidos políticos nos funde, la Fiscalía que no vale para nada y nuestro Poder Judicial, que esperamos que se mejore con la nueva gente. Necesitamos gente capaz y honesta en estos lugares”, refirió durante la homilía.
El religioso dio un mensaje contundente hacia la clase política. “Basta de nepotismo y de planillerismo”, exhortó el obispo. Además, pidió a los parlamentarios que no vuelvan más dura la burocracia a costas del pueblo.
Medina también cuestionó a los intendentes y gobernadores, a quienes pidió que no malversen los fondos que deben ser destinados a la educación u obras, ya que se convierten en la decepción de los electores que les confiaron sus votos.
También solicitó a los jueces y fiscales que ya no sigan perjudicando a los más débiles.
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“Todo el mundo siente que la justicia es la riqueza más valiosa y es el fundamento de nuestra paz. La injusticia violenta y amarga todas las relaciones humanas”, expresó.
Partidos políticos y fuerzas de seguridad
Por otra parte, Medina se refirió a la labor de los partidos políticos y de la Policía Nacional durante su reflexión. “Es terrible la situación de los partidos políticos y cómo dividen a las personas”, cuestionó.
A su criterio, la democracia que está afrontando el país,es un abuso de poder en lugar de participación ciudadana. “Andamos mal y nos hacen sufrir. Tenemos libertad, pero no hay justicia”, insistió.
En cuanto a la seguridad, criticó que no exista un orden para que las personas puedan vivir mínimamente en dignidad.
“Todos los días vemos asaltos, matanzas y feminicidio. La Policía está muy rebajada, deteriorada y tenemos que recuperar el valor moral”, afirmó.
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Ante esto, pidió a las autoridades una política de trabajo hacia el bien común, ya que toda esta crisis social conduce a un debilitamiento del pueblo.
Antes de concluir su homilía, Medina también reconoció que la Iglesia Católica enfrenta una crisis moral. No obstante, destacó que el papa Francisco está trabajando profundamente para lograr una renovación en la institución.
“Esperamos que las autoridades escuchen o lean lo que decimos, o lo que dice la gente para que haya paz y reconciliación en Paraguay”, concluyó.