En aproximadamente 5 horas hoy es posible estar en Mendoza desde Asunción, mediante la ruta de la areolínea de bajo costo JetSMART que realiza escala en Aeroparque, Buenos Aires.
La posibilidad de establecer una ruta directa es muy factible, ya que la Gobernación de Mendoza solicitó formalmente a la compañía aérea implementar vuelos sin escalas, lo que acortaría a dos horas la travesía del viaje.
Mientras, JetSMART ofrece la categoría de vuelo protegido a su ruta a Mendoza, lo que implica que al poner el destino se garantiza en forma automática la conexión con Aeroparque.
Enoturismo
Y al llegar a Mendoza todas las rutas conducen al vino. En toda la provincia existen 896 bodegas habilitadas, de las cuales 206 están abiertas al turismo, explica Claudia Yanzon, directora de Promoción Turística de la Gobernación, quien además advierte que el enoturismo requiere de planificación porque las fábricas de vino tienen muy estructuradas las visitas. Algunas están cercanas a la capital, mientras que la mayoría en el interior de la provincia, a una hora o hora y media de viaje.
Por los controles de alcoholemia es mejor pagarse un tour por las bodegas que uno elija, cuyo ticket tiene un costo de 13.500 pesos. Las bodegas cobran entradas, que pueden ir de 4 a 10 dólares, pero la degustación es gratuita. La infraestructura con que cuentan algunas es para quedar boquiabiertos.
Por citar un caso, la bodega Salentein, situada en el Valle de Uco, posee una arquitectura imponente al pie de la cordillera, con un amplio hall de entrada, una soberbia galería de arte y en el subsuelo una cava espaciosa dispuesta como anfiteatro, con efectos acústicos, entre barricas de vino, donde los fines de semana suelen llevarse a cabo eventos musicales.
Es como estar en el templo del vino. Y lo que es mejor, se puede almorzar en un elegante restaurante con vistas panorámicas a los viñedos y a las montañas de cumbres blancas, en promedio por 20 dólares.
También se puede bucear más en el mundo de los vinos con una visita a una bodega como Alpamanta (amor por la tierra), ubicada en la zona de Luján de Cuyo, que se distingue por su producción orgánica y biodinámica de uvas, lo que le valió el máximo premio oro en un certamen mundial de prácticas sustentables. Escuchar a Andrej Razumovsky, uno de sus propietarios, sobre cómo las hormigas o las gallinas aportan lo suyo en la revitalización de la tierra de los viñedos es simplemente inaudito.
Sí, quiero
Desde hace unos años el turismo de bodas también fue ganando terreno en Mendoza, al punto que las bodegas ofrecen toda la logística y la infraestructura necesarias para los casamientos, incluyendo la hotelería para los novios e invitados. Se pueden realizar bodas en un entorno íntimo y familiar, como fiestas para 300 invitados, dependiendo de la elasticidad del presupuesto.
Silvia Bodiglio, wedding planner, cuenta que el 70% de las bodas que se llevan a cabo son de brasileros que eligen Mendoza como el escenario ideal para ello. Cuenta además que ya le tocó organizar varios casamientos de paraguayos, lo que es cada vez más corriente.
La bodega Rosell Boher, situada a 45 km de la ciudad de Mendoza, ofrece 11 villas privadas con habitaciones amplias y cómodas, con amenities que están dispuestos para contemplar y disfrutar del entorno majestuoso de la cordillera y los viñedos. En semejante ambiente, la celebración arranca con la despedida de solteros y se extiende hasta la luna de miel. Solo hay que poner ganas de disfrutar, el resto hace Mendoza.
Tras los pasos de Darwin
Nobleza obliga reconocer que Mendoza tiene otros atractivos aparte del vino, como centros turísticos para esquiar en la nieve o su magnífico entorno natural, con su geografía montañosa, su suelo desértico y vistas muy fotografiables.
A 50 km de la capital se halla la reserva natural Villavicencio, donde están los manantiales de agua mineral que embotella el grupo empresarial del mismo nombre, que cuenta con 62.000 hectáreas de área protegida y que ofrece la oportunidad de vivir una experiencia inolvidable en contacto con la naturaleza, practicar senderismo, arborismo, tirolesa, zipline para volar 1 kilómetro y medio. Es el turismo entendido como un medio de preservación de los espacios naturales.
Se puede coronar el día con un vertiginoso recorrido por el camino de caracoles en plena pre Cordillera de los Andes y en el trayecto avistar una tropilla de guanacos, zorros, y hasta un cóndor o un puma, con un poco de suerte.
Es el mismo camino por donde San Martín llevó su ejército para su gesta libertadora y el sendero que recorrió Charles Darwin pensando en la evolución de las especies, lo que se testimonia en una enorme placa en la falda de una montaña. Una cita con la historia en un escenario único, bajo un cielo azul, sol intenso y el viento frío de los Andes.