Carlos Aquino
SAN PEDRO
Productores de la colonia menonita Manitoba realizaron ayer entregas de víveres en dos poblados indígenas cercanos a su comunidad. El acto de caridad se dio al día siguiente de la gran marcha desarrollada en el Norte con el objetivo de pedir la paz en la zona y la liberación de los secuestrados, además del fin de este delito.
Tras recibir los kits, los indígenas dijeron que siempre reciben ayuda de parte de ellos y aprovecharon la ocasión para pedir la libertad de los secuestrados. Por su parte, los colonos afirmaron que la entrega no corresponde a ninguna exigencia de nadie, sino que lo hicieron por propia voluntad.

Los kits incluían productos de primera necesidad como carne vacuna, arroz, fideos, yerba, y otros alimentos. Las entregas se realizaron a los integrantes de las comunidades indígenas de Espajín y Ñu Porã. En total fueron beneficiadas 87 familias.
VECINOS. Estas comunidades lindan con la colonia Manitoba y muchos de los indígenas trabajan con los menonitas en las labores agrícolas. Para el cacique de Espajín, esta ayuda es muy importante para su comunidad, donde viven 35 familias. “No es la primera vez que recibimos ayuda de los menonitas, siempre nos asisten con arreglos de caminos o del motor de bomba de agua. También de la escuela y siempre les pedimos cuando necesitamos algo”, señaló el líder indígena.
Asimismo, pidió al EPP que liberen a los secuestrados. “El secuestro de estos hermanos menonitas nos afecta también a nosotros, porque los patrones cultivan menos y ya no hay trabajo”, afirmó.
ñu porã. Otras 53 familias de la comunidad indígena Ñu Porã también fueron beneficiadas con víveres. El cacique, Digno González agradeció a los menonitas y señaló que son los únicos que dan trabajo a los indígenas.
Por su parte, los colonos explicaron que esta entrega se realiza a nombre de la Sociedad Civil Manitoba y que lo hacen por propia voluntad, porque muchos de los indígenas trabajan con ellos y varios se quedaron sin fuentes de ingreso como producto de la disminución de las labores agrícolas en la zona, a consecuencia del acoso del grupo criminal EPP.