Indicó que si bien se trata de un proceso aún en consolidación en el país, existe una estructura socioeconómico que no fue superada con el golpe del 89, y que es el desafío de los gobiernos.
“En cuanto a la estructura social, económica y política que le sirve al sistema, no hubo revolución, continuó igual que antes del 89. La transformación sociocultural que tenía que completarse con el golpe de Estado está en proceso de construcción y esa es nuestra principal debilidad”, puntualizó el legislador.
Indicó que muchos de los actores del Estado aún tienen una mentalidad autoritaria que afecta a la participación política, fundamental para construir la democracia.
“La participación política se logra mediante la educación, el voto consciente y no influenciable ni comprable, y nuestras instituciones se están adecuando al paso de la dictadura a la democracia, porque la mentalidad autoritaria continúa en muchos de los funcionarios del Estado”, sentenció.
Ayala comentó que la democracia en Paraguay es imperfecta, pero que igualmente manifestó mucho avance, aunque no al nivel deseado.
Detalló que entre los mayores problemas están el alto nivel de marginalidad, pobreza, falta de transparencia en instituciones y en el uso de los fondos de las campañas electorales.