Las dos economías más grandes del mundo forcejean desde que Trump lanzara un asalto arancelario global que apuntó especialmente a las importaciones chinas.
Los nuevos aranceles a China se han disparado al 145%, y Pekín tomó represalias situando los suyos en 125% sobre las importaciones estadounidenses.
Washington pareció reducir ligeramente la presión el viernes, con exenciones arancelarias para teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, semiconductores y otros productos electrónicos que China exporta en abundancia.
Pero Trump y algunos de sus principales asesores dijeron el domingo que las exenciones han sido malinterpretadas y serán solo temporales.
“NADIE se libra (...) ¡Y mucho menos China que, de lejos, es la que peor nos trata!”, publicó en su plataforma Truth Social.
El Ministerio de Comercio chino interpretó la medida del viernes como “un pequeño paso” e insistió en que todos los aranceles deben ser eliminados.
El presidente chino, Xi Jinping, advirtió el lunes, al iniciar en Vietnam una gira por el sudeste asiático, que el proteccionismo “no llevará a ninguna parte” y que en una guerra comercial “no habrá ganadores”.
La guerra comercial de Trump ha levantado temores sobre una recesión económica. El dólar ha caído y los inversores han vendido bonos estadounidenses, normalmente considerados una inversión refugio segura.
Pero los mercados de valores asiáticos y europeos subieron firmemente el lunes, después de días de extrema volatilidad desde que Trump presentó sus tarifas aduaneras del “Día de la Liberación” el 2 de abril.
Las bolsas cerraron en clara alza: París +2,37%, Fráncfort +2,85%, Londres +2,14%, Tokio +1,2% y Hong Kong +2,4%.AFP