Asunción es la de las reuniones previas a la Cumbre del Mercosur bajo la presidencia pro témpore de Paraguay. Muchos temas están en la agenda y además hay algunos pendientes de resolver que le afectan de manera particular a Paraguay, entre los que se encuentran las negociaciones con la Unión Europea y la hidrovía Paraguay-Paraná. Esperemos que el encuentro termine con buenas noticias para nuestro país y que contribuya a mejorar la integración regional, tan necesaria para un país mediterráneo, abierto y pequeño como el nuestro.
El acuerdo con la Unión Europea (UE) daría al Mercosur y a Paraguay, en particular, mayores oportunidades no solamente en cuanto a posibilidades de exportar, sino también de recibir inversión extranjera directa de calidad.
Esta es una de las negociaciones externas más importantes que tiene el bloque sudamericano. Luego de un proceso que llevó 20 años entre las partes, en 2019 el Mercosur y la Unión Europea firmaron un principio de acuerdo que abarca cuestiones arancelarias, servicios, compras gubernamentales, facilitación del comercio, barreras técnicas, medidas sanitarias y fitosanitarias y propiedad intelectual.
El pacto entre dichas regiones representa alrededor del 25% del PIB mundial, un mercado de 800 millones de personas y más de USD 100.000 millones de comercios bilateral de bienes y servicios, por lo que reviste gran importancia sobre todo para nuestra región.
El segundo tema de suma relevancia, que esperamos se pueda resolver, se refiere al cobro de un peaje por el uso de la hidrovía en el territorio argentino. Hace unos meses, Paraguay anunció su disposición a pagar luego de una reunión del Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH) Paraguay-Paraná.
Además de estos temas, existen otros de similar relevancia, por lo que hay gran expectativa sobre la agenda final, pero especialmente sobre los acuerdos finales.
Actualmente, y bajo la gestión de Paraguay, se encuentra en pleno impulso un entendimiento comercial con los Emiratos Árabes Unidos y se acordó otro con Singapur. Por otro lado, Uruguay está llevando a cabo negociaciones para un acuerdo comercial con China.
La logística y el transporte para la competitividad del comercio exterior del bloque, así como la necesidad de una integración regional y una interacción digital, estuvieron de hecho en la agenda durante la reciente cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Uno de los temas prioritarios para el Paraguay es llegar al Pacífico a través del corredor bioceánico (una carretera regional que conectará el Cono Sur desde el océano Atlántico hasta los puertos en Chile).
Por otra parte, y según consta en diferentes actas de reuniones de las distintas comisiones del Mercosur, un tema que fue abordado de forma reiterativa tiene relación con la integración aduanera en las fronteras.
Aprovechar las ventajas de la integración regional no solo depende de los acuerdos, sino también de las capacidades que el país es capaz de acumular con anticipación y durante el proceso.
Tenemos un camino largo por recorrer en este sentido.
La integración regional es un proceso multidimensional, sus iniciativas van desde la coordinación de acciones puntuales, pasando por la cooperación y la convergencia de medidas y objetivos estructurales, por lo que este tipo de eventos son fundamentales para concretizar las metas que se establecen entre los países.
La integración regional es un determinante clave para el desarrollo.
Paraguay, al ser un país pequeño, abierto y mediterráneo, ubicado cerca de dos países grandes y de economías tremendas, requiere sumarse a las iniciativas con un proyecto claro y con proyecciones a largo plazo.
El debate sobre la inserción de Paraguay en la región y en el mundo, como cualquier otra política, debe estar basado en evidencia empírica rigurosa y realizarse en el marco de los objetivos nacionales en todas las dimensiones del desarrollo.