EFE
“También en la era digital considero la lectura una competencia básica que le abre a uno muchas cosas en la vida, que potencia la gramática y la fantasía. Y por eso debemos también en el siglo XXI darle mucho valor a la lectura”, dijo la canciller con ocasión de la Feria del Libro de Leipzig que arranca en cinco días.
En ese sentido, calificó de “muy triste” que un porcentaje “bastante elevado” de la población alemana -el 14%- solo disponga de una comprensión lectora reducida.
“Eso naturalmente tiene que ver con el hecho de que más de uno ya no ha vuelto a leer después de acabar el colegio”, lo cual, “hay que decirlo”, agregó, conlleva además limitaciones en la vida diaria.
Subrayó que este nivel de analfabetismo funcional no puede ser aceptada por una “nación líder en el área de educación” como la que pretende ser Alemania, razón por la cual, aseguró, el gobierno federal ha invertido mucho en este ámbito, a pesar de ser competencia de los estados federados.
“La lectura constituye desde mi infancia un elixir de vida”, aseguró la canciller, quien agregó que observa, en parte con preocupación, que hoy en día quizás se lee y se oye más en detrimento de la lectura.
Explicó que le gusta mucho leer libros de divulgación, en particular y con los años cada vez más precisamente libros de historia.
A los más pequeños les recomendó leer Erich Kästner y Wilhelm Busch, “quizás hoy en día ya no tan en el centro de atención”, pero igual de recomendables para los niños, consideró.
La canciller reveló, además, que entre sus lecturas favoritas figuran también novelas rusas como “Guerra y paz”, de Tolstói, y recomendó asimismo literatura clásica, como Shakespeare, Goethe, y Schiller, “todo hoy en día todavía muy, muy moderno”, afirmó.