Según Ramón Álvarez, director del Centro de Desarrollo Agropecuario del Ministerio de Agricultura y Ganadería del departamento, la caída de la producción es importante; y se debería al factor climático, según el análisis realizado por los técnicos.
En los años 2014 y 2017 el duodécimo departamento soportó una de las peores inundaciones por exceso de lluvias, condición que provocó derrumbe de la cosecha de miel, pues “las colmenas sienten las oscilaciones del clima”, dijo el especialista.
Sostuvo que ya hablaron con el gobernador electo, Luis Benítez, de manera a emprender una campaña de recuperación del rubro, “debemos de emprender una campaña para apoyar al productor y que esta zona del país vuelva a ser un gran productor”.
Humedales. Los grandes humedales del Ñeembucú ofrecen las condiciones ideales para la reproducción de numerosas especies ícticas, el 80% del territorio de dicho departamento ofrece estas condiciones únicas por su ecosistema.
Sin dudas que esta condición favorable de la naturaleza permite que una actividad se afiance. La calidad del producto, libre de agrotóxicos, hace que actualmente numerosos empresarios se disputen la compra de lo producido por los apicultores de la zona.
El mercado nacional a pesar de no ser uno de los más grandes, sigue soportando un desequilibrio entre la oferta y la demanda, pues la cantidad de miel producida no abastece los pedidos del mercado local. Con la alianza de los empresarios, productores locales y el sector público, se pretende crecer sostenidamente y en poco tiempo más abastecer totalmente a los consumidores paraguayos.
Calidad. La calidad de la miel producida en el departamento ha sido comprobada en estudios laboratoriales, solo le falta la certificación, resaltó Atilio Benítez, técnico del MAG. Esto permitirá producir mayor cantidad de miel, aumentando el número de colmenas, aprovechando todos los recursos naturales disponibles en el departamento.Refirió que otra ventaja que ofrece su producción es que no se necesita de mucho espacio físico para la instalación de los colmenares.
Ñeembucú tiene ventajas, en cuanto a sus humedales y su medioambiente hasta ahora libre de contaminantes”. El producto se extrae en el verano y se consume preferentemente en invierno.