La última sequía está generando una reducción de alrededor de 30% de la producción en la actual zafra sojera, al obtener un rendimiento promedio de entre 2.600 y 2.700 kilos por hectárea. Si bien el sector agrícola está pudiendo cumplir con sus obligaciones financieras, muchos productores tuvieron que suspender sus inversiones en compra de maquinarias y adopción de tecnología.
Esto sostuvo Eugenio Oze de Morvil, gerente general del Banco Regional, al conversar con ÚH sobre las novedades provenientes del campo, y no descartó que en los próximos meses se deban refinanciar las deudas contraídas por este segmento.
“Este resultado, si bien permite hacer frente a los costos y a los compromisos, de alguna manera va a frenar el entusiasmo con respecto a llevar a cabo inversiones, compra de máquinas, expansiones e incorporación de tecnología”, expresó.
El ejecutivo consideró que la evolución de la situación entre China y Estados Unidos será vital para definir los precios con que serán comercializados los productos y que de esto dependerá si las condiciones mejoran o empeoran. No obstante, confía en que todavía se puede esperar un crecimiento económico de 3,5% a 4%, para este año.
“Va a haber productores que van a necesitar de parte de los bancos apoyo para tirar las deudas para adelante, los márgenes permiten pagar perfectamente los intereses y las cuotas de inversión, pero algún retraso vamos a ver en la comercialización de la soja, porque también hay mucha conversación relativa a qué va a pasar con el precio de la soja”, agregó.
Mencionó también a los rubros de invierno como los que pueden contribuir a mitigar el impacto negativo de la caída en el rendimiento del principal producto de exportación del país. “Paraguay puede llevar a cabo 2,5 cosechas al año. Todavía tenemos 10 meses por delante”, concluyó.
Diego Duarte, miembro del Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), coincide en que el satisfactorio desempeño de la agricultura a lo largo del año pasado proveyó de “colchones” a los productores para seguir cumpliendo con sus obligaciones crediticias, independientemente del bajón generado por la sequía en los últimos meses.
“Diferente sería atravesar dos años negativos consecutivos. El sector financiero sigue creciendo en operaciones, no vemos todavía una situación apremiante”, recalcó.
Según proyecciones del BCP, el agro cerró el 2018 con un incremento de 4% en su producto interno bruto (PIB) y se espera que este año se expanda en apenas 0,5%.