Al cambiar el nombre a Meta, el jefe de Facebook, Mark Zuckerberg, busca generar una distracción de los escándalos, pero también realiza una apuesta gigantesca, la del metaverso, al que dedicará decenas de miles de millones de dólares sin estar seguro de su rentabilidad.
Tras el anuncio muchos hicieron bromas o criticaron lo que consideran como una maniobra para distraer al público de los escándalos recientes de Facebook.
Para Zuckerberg, el nuevo nombre demuestra el compromiso de la empresa de construir el metaverso, una versión en realidad virtual de internet que busca que las interacciones en línea, como chatear con amigos o asistir a un concierto, se perciban como un cara a cara.
“Eso significa que el metaverso no es un proyecto accesorio”, estimó Colin Sebastian, analista de Baird, para quien la empresa está totalmente comprometida con el desarrollo de la próxima plataforma digital, sucesora del internet móvil.
Zuckerberg “está haciendo una jugada para controlar el futuro de internet”, añadió Evan Greer, de la oenegé Fight for the Future.
Facebook anunció a mediados de mes que prevé contratar 10.000 personas en los próximos cinco años en Europa para su proyecto de metaverso.
El lunes, durante la presentación de los resultados del grupo, Zuckerberg estimó que los recursos destinados a Facebook Reality Labs, punta de lanza del metaverso, amputarían la ganancia del grupo en aproximadamente 10.000 millones de dólares este año. “Y planeo que esta inversión crezca cada año en el futuro”, reveló el cofundador de la red social.
DOCUMENTOS FILTRADOS. Una cantidad de dinero que echará de menos la compañía, ya que antes de transformar el metaverso en una realidad palpable deberá seguir haciendo rentable su modelo vigente, basado en la publicidad, que vive bajo presión.
Los documentos internos filtrados por la ex empleada Frances Haugen mostraron que el grupo de Menlo Park (California) está preocupado por no atraer el interés de usuarios jóvenes, no solo en Facebook, tendencia que se da hace tiempo, sino también en Instagram. Además de que la reciente actualización del sistema operativo del iPhone –que permite a los usuarios bloquear el rastreo de datos– perturbó su relación con los anunciantes, que ahora carecen de suficiente visibilidad sobre la eficacia de sus campañas publicitarias.
Pero dejar de lado a Apple y a todos los intermediarios al proponer un ecosistema autosuficiente es, también, una de las principales apuestas del proyecto metaverso, explica Audrey Schomer, analista del gabinete eMarketer.
Zuckerberg insistió mucho en la necesidad de interoperabilidad (facilidad de transferencia entre universos virtuales): invitó a actores externos a unirse a la aventura, sin dejar de posicionarse como creador y referente de un sistema universal como pudieron ser la app Store de Apple, el motor de búsqueda Google o incluso internet en su conjunto.
LA REALIDAD VIRTUAL La creación de Meta es diferente a la de Alphabet, que se volvió casa matriz de Google en 2015, ya que esta última no supuso un cambio de paradigma. Y, para Sebastian, “no es un ‘momento iPhone’”, con referencia al lanzamiento de la marca de la manzana lanzamiento del que después se convirtió en su producto estrella. El entonces director general de Apple, Steve Jobs, tenía un producto disponible para presentar, lo que no es el caso de Zuckerberg, resalta el analista. Pero Sebastian considera que el lanzamiento del Cambria, el nuevo casco de realidad virtual de Facebook/Meta esperado el año próximo, será una etapa crucial para los productos VR (realidad virtual) y AR (realidad aumentada).