“Tenemos muchas ganas de un futuro en el que jugadores de todo el mundo tengan más opciones para jugar a sus juegos favoritos”, indicó el máximo responsable de Xbox, Phil Spencer, que anunció ese pacto en Twitter y precisó que es “vinculante”.
El presidente de Microsoft, Brad Smith, añadió en esa misma red social que desde el primer día del anuncio de compra han estado “comprometidos con abordar las preocupaciones de los reguladores, de las plataformas y desarrolladores de videojuegos y de los consumidores”.
“Incluso después de cruzar la línea de meta para la aprobación de este acuerdo, seguiremos centrados en garantizar que Call of Duty permanezca disponible en más plataformas y para más consumidores que nunca”, sostuvo.
Microsoft anunció en febrero de 2022 la compra de Activision por casi 69.000 millones de dólares, en lo que sería la mayor adquisición del gigante tecnológico y la mayor operación de este tipo en el sector del videojuego.
Pero la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) interpuso una demanda por considerar que la operación permitiría a Microsoft disminuir la competencia en el sector del videojuego al pasar a controlar importantes franquicias desarrolladas por Activision, como Warcraft, Call of Duty o Candy Crush.
La FTC perdió esa batalla el pasado martes cuando una jueza federal de California (Estados Unidos) autorizó la disputada compra.
No obstante, la operación todavía tiene obstáculos, puesto que el regulador puede recurrir esta decisión —algo que ya ha sugerido que hará— y, aparte, Microsoft tiene pendiente de resolver el bloqueo de la adquisición en el Reino Unido.
El plazo para cerrar la compra de Activision concluye el próximo martes, aunque ambas compañías, según recordó este domingo la cadena CNN, podrían intentar extender esa fecha.
Fuente: EFE.