A las chicas jovencitas les vienen a buscar en moto, en vehículos lujosos y hasta en la patrulla de la Policía Nacional. Luego de unos 25 minutos les vuelven a bajar en el mismo lugar donde se suelen juntar para drogarse”. Este es el relato de uno de los vecinos, a pocas cuadras de la Terminal de Ómnibus de Asunción, donde decenas de personas adictas a las drogas circulan por la zona.
Sobre la avenida Fernando de la Mora, a pocos metros de la estación de buses, una propiedad abandonada y un patio baldío en frente son algunas de las guaridas. Incluso donde las niñas son sometidas a la prostitución. Todo para volver a recurrir a la dosis de anestesia; un vicio letal al que cayeron mientras los activos de los narcotraficantes se mueven hacia el ascenso.
En todo el alrededor de la estación de buses hay niños y jóvenes indígenas que caminan desorientados, desnutridos y desaliñados. En plena luz de día, algunos están tendidos en la vereda, bajo un sueño profundo luego de altas dosis de drogas. Los que están despiertos piden moneda en los semáforos para conseguir otra sustancia como escaparate de la realidad y, a veces, si sobra, para el alimento.
Los moradores de la zona lamentan la situación que tienen como vista diaria frente a sus hogares y en el barrio entero. A pesar de las múltiples denuncias que han hecho los grupos de vecinos, el flagelo se instaló y cobra raíces.
Intervención
La directora de protección a los Pueblos Indígenas del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), Lina Franco, manifestó que si bien realizaron en la zona trabajos de reinserción de familias a sus comunidades de origen, reconoció que la población que se instala en el lugar es dinámica. Va un grupo y vuelve otro, o queda una parte de manera permanente, ya que en sus comunidades las condiciones de vida tampoco son favorables ante la falta de oportunidades y servicios básicos.
Por otro lado, la funcionaria del Indi señaló que reciben denuncias de vecinos de la zona de la Terminal y también de la comisaría. “Se suele hacer el abordaje de manera interinstitucional con el Ministerio de la Niñez, la Codeni y otros entes”.
El Ministerio de la Niñez y Adolescencia (Minna), agregó, cuenta con su dispositivo en la Terminal donde realizan monitoreo “constante”.
Sobre el patio baldío, donde además avanzan las malezas y se vierte todo tipo de basura, Franco relató que remitieron una nota a la Municipalidad de Asunción para notificar a los dueños de la propiedad.
Sin embargo, hasta ahora avanzan las malezas y basura en el caso del patio baldío, situación que también genera un escenario propicio para la propagación de mosquitos transmisores de virus.
En el local deshabitado y puesto a la venta, las chapas para la clausura fueron quitadas para la instalación de las personas adictas bajo condiciones infrahumanas.
La funcionaria manifestó que, para la próxima semana, junto con el Ministerio de la Niñez, prevén definir un plan de llegada, verificación, monitoreo y abordaje de menores y familias indígenas.
“El jueves tenemos marcada la reunión con el Viceministerio de la Niñez para proyectar una hoja de ruta en conjunto”.