Desde el 2016, el proyecto 675 se encuentra en boca de grandes autoridades de la cartera educativa. Recién ahora, tres meses antes de que terminen las clases, las empresas recibieron el visto bueno para iniciar los trabajos.
El Ministerio de Educación solicitó a ÚH un derecho a réplica tras la publicación hecha este miércoles sobre el problema edilicio que afecta a más de 3.000 sedes educativas a nivel país. Sin embargo, pocos fueron los datos brindados por los educadores, incluso sobre la cantidad de escuelas que se encuentran en peligro de derrumbe.
Igualmente, reconocieron que las obras deben terminar en 270 días, estimativamente. Durante todo este tiempo, los estudiantes deberán seguir dando clases bajo los árboles.
BUROCRACIA. Como en gran parte de las instituciones del Estado, la burocracia forma parte del sistema. En este caso, la lentitud y las trabas documentales afectan a los niños ya que las obras en las escuelas sin techo están en suspenso.
“Desde el lunes de esta semana terminamos de pagar tres de los nueve anticipos. Es mucha plata y mientras las empresas no se adecuen no podemos soltar el dinero. Dependemos del proceso de licitación. Lastimosamente, hay mucha burocracia”, reconoció el funcionario.
Si bien revelaron que en algunas instituciones algunos ladrillos ya fueron entregados, aún ningún obrero se encuentra en pleno trabajo para reparar las escuelas. Bogarín prometió que entre esta y la otra semana los obreros ya van a estar trabajando.
UN MAL QUE OPRIME A LOS MÁS POBRES
El olvido estatal y la alta precariedad en materia edilicia que afecta a miles de escuelas en todo el país golpea con mayor dureza a niños que se encuentran en la extrema pobreza.