Paraguay, 2018. Lo poco o mucho que se definió, intentó, atesoró en el inicio de la transición (1989) como búsqueda de un país decente posible, acabó por irse –o ser mandado– al desaguadero de la historia. Los últimos acontecimientos en el plano de las decisiones políticas, actos de gobierno, central, departamental o municipal, demuestran que el país está en uno de sus peores momentos. Y que la población sigue sin despertar de su letargo, anestesiada por tanta mentira, prebenda y corrupción.
Julio 25, 2018 11:26 p. m.
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