El niño, al que su familia considera como alguien de mucha alegría y con ganas de seguir viviendo, espera por un donante, tal como otros chicos más.
En medio de la angustia, su madre pide que le puedan dar a su hijo “una oportunidad de vida”.
“Quiero decirle a la ciudadanía que los órganos no van al cielo. Les pido que tomen conciencia y que sepan que Milán quiere seguir viviendo, jugando y seguir creciendo con su hermana”, dijo Andrea Sanabria.
El pequeño es uno de los niños de una larga lista que esperan la donación de órganos. “Necesitamos con urgencia un corazón para él”, señala la mamá.
Asimismo, la familia señala que los gastos médicos también son elevados, por eso habilitó la línea (0992) 871-976 para cualquier aporte solidario.
Recientemente, un donante permitió cambiar la vida de cuatro personas, incluyendo a la pequeña Nahiara, quien se recupera tras recibir un nuevo corazón.