“La verdad incómoda de la educación argentina es que la universidad pública nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta y los ricos y la clase media alta”, sostuvo Milei en un acto llevado a cabo el sábado último.
El presidente afirmó que las pruebas demuestran que el 40% de los alumnos de escuelas primarias tiene un mal desempeño en Lengua y Matemáticas y ocho de cada diez estudiantes en la educación media o secundaria tienen problemas de lectocomprensión.
Observó que a ello se suma el hecho de que siete de cada diez niños de 0 a 14 años son pobres. Por eso, según su razonamiento, está mal poner el foco en la educación universitaria cuando “hay problemas de formación de capital humano básico porque los chicos no comen y después no pueden estudiar”.
“En un país donde la gran mayoría de los niños son pobres y no saben leer, escribir ni realizar una operación matemática básica, el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres hacia los ricos, cuyos hijos son los únicos que llegan a la universidad”, afirmó.
Milei vetó recientemente una ley que garantizaba una mayor financiación para las universidades públicas nacionales, a las que acuden cerca de dos millones de estudiantes, lo que ha profundizado el conflicto entre el Gobierno y los profesores, alumnos y autoridades de las casas de altos estudios.
Estudiantes mantienen tomadas las sedes de varias facultades, mientras que los docentes han convocado a una nueva huelga para la semana próxima.
Según Milei, “la universidad ha dejado de ser una herramienta de movilidad social para convertirse en un obstáculo para la misma”.
Aseguró que “no está en discusión que la universidad sea pública y gratuita, sino que los recursos son escasos y que, bajo cualquier consigna, siempre robar está mal”, por lo que reclamó auditar las universidades para “terminar con las filtraciones del dinero que entra a la universidad”.
Milei hizo estas declaraciones en un acto para formalizar el cambio del nombre del Centro Cultural Kirchner (CCK) de Buenos Aires por el de Palacio Libertad y Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento.
Según informó el Gobierno, el cambio de nombre decretado por Milei el pasado jueves busca conmemorar la asunción de Domingo Faustino Sarmiento como presidente de Argentina el 12 de octubre de 1868.
Sarmiento (1811-1888), quien gobernó Argentina entre 1868 y 1874, fue político, miembro del Partido Liberal (centroderecha, nacionalista), escritor y docente.
El edificio que alberga el centro cultural que ahora lleva su nombre fue inaugurado en 1928 como sede del Palacio de Correos y Telecomunicaciones. Tiene una superficie total de 100.000 metros cuadrados, depende de la Secretaría de Cultura, que perdió su condición de ministerio bajo el Ejecutivo de Milei.