La Cámara de Diputados de Argentina declaró válido el decreto de necesidad y urgencia (DNU) de Milei por 129 votos a favor, 108 en contra y 6 abstenciones.
Para validar un DNU se requiere el visto bueno por mayoría simple de tan solo una de las dos cámaras del Congreso.
El oficialismo, minoritario en el Parlamento, logró el aval principalmente gracias al apoyo de Propuesta Republicana (Pro, partido del expresidente argentino Mauricio Macri), mientras que la izquierda y el peronismo votaron en contra.
En un comunicado, el Gobierno resaltó que el aval parlamentario es un “mensaje” a los acreedores de Argentina “que demuestra madurez y grandeza” y afirmó que el acuerdo será clave para consolidar el proceso de estabilización macroeconómica.
El DNU firmado por Milei el 11 de marzo habilita al Ejecutivo a cerrar un nuevo programa de facilidades extendidas con el FMI que implicará el otorgamiento de nuevos créditos.
EN CONTRA. La oposición ha expresado su desacuerdo con el decreto pues, según su punto de vista, contradice la Ley de Fortalecimiento de Sostenibilidad de la Deuda Pública, aprobada por el Parlamento en febrero de 2021, por impulso del Gobierno del entonces presidente Alberto Fernández (2019-2023).
Esa norma, que está vigente, establece que “todo programa de financiamiento u operación de crédito público” realizados con el FMI “requerirá de una ley del Honorable Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente”.
En cambio, Milei optó por firmar un DNU, un instrumento que logró este miércoles avalar con el visto bueno de solo una de las cámaras del Congreso.
Del eventual pacto solo se conoce que incluirá un préstamo a devolver en un plazo de diez años, con cuatro años y medio de gracia sobre los pagos de capital y una tasa de interés a aplicar será del 5,63 % anual, y un programa económico de cuatro años, con revisiones periódicas del cumplimiento de metas.
Los préstamos serán aplicados a comprar letras del Tesoro en cartera del Banco Central para fortalecer el balance de esa entidad y a pagar parte de los vencimientos por la deuda pendiente con el organismo, que asciende actualmente a 41.363 millones de dólares.
PROTESTA. Mientras los parlamentarios votaban, en las afueras del Congreso se realizaba una nueva manifestación de jubilados, que en esta ocasión fueron acompañados por diversos movimientos sociales. Hace una semana la policía reprimió de forma muy contundente la marcha de los jubilados, entonces apoyada también por sindicatos y barras de fútbol, con el resultado de más de 120 detenidos y medio centenar de heridos, entre ellos el fotógrafo Pablo Grillo.