EFE
BUENOS AIRES
Con todas las opciones sobre la mesa, los candidatos a presidir Argentina, el oficialista Sergio Massa y el libertario Javier Milei llegan al debate de este domingo con las espadas en alto tras una semana en la que se movieron para buscar apoyos para el balotaje del 19 de noviembre.
La Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en la capital argentina, el mismo escenario que el del segundo debate celebrado antes de la primera vuelta, es el espacio elegido por la Cámara Nacional Electoral (CNE) para esta última cita, que se inicia a las 21.00.
Los aspirantes de Unión por la Patria, la coalición que agrupa al peronismo alrededor del ministro de Economía, Sergio Massa, y La Libertad Avanza, la fuerza de ultraderecha comandada por el polémico economista Javier Milei, confrontarán sus ideas sobre economía; relaciones de Argentina con el mundo; educación y salud; producción y trabajo; seguridad; y derechos humanos y convivencia democrática.
Opuestos en la mayoría de sus propuestas, Massa y Milei intentarán convencer a los votantes indecisos y a los que en la primera vuelta de las elecciones optaron por alguno de los candidatos que no consiguieron acceder al balotaje definitivo.
LOS VOTOS DE BULLRICH. En este sentido, serán fundamentales los más de seis millones de votantes que apoyaron en octubre a la candidata opositora de la coalición Juntos por el Cambio (centroderecha), Patricia Bullrich.
En las últimas semanas, Bullrich y el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) expresaron públicamente su apoyo a Milei y pidieron el voto para el libertario en la segunda vuelta, sembrando la discordia en el seno de la coalición liderada por el partido Propuesta Republicana (Pro).
Con una inflación cercana al 140% –una de las más elevadas del mundo– y un 40,1% de la población por debajo de la línea de pobreza, el titular de la cartera económica intentará disipar las dudas en torno a su candidatura.
Para ello, Massa ya ha anunciado que en el caso de ser elegido asignará el Ministerio de Economía a alguien ajeno al peronismo.
Por su parte, se prevé que Milei insista durante el debate en dos de sus principales propuestas: La dolarización del país y la eliminación del Banco Central de la República Argentina.
“No se negociará ningún punto de mi política económica”, aseguró Milei tras conocerse el apoyo de Macri, que también le ha costado enfados al libertario de parte de quienes alegan que el exmandatario es parte de la ‘casta política’ a la que tanto critica el economista.
Otro de los puntos tirantes será la política exterior, aspecto en el que Massa y Milei mantienen posiciones opuestas.
El ultraderechista propone que el país suramericano se alinee con Estados Unidos y con Israel, dejando de lado a otros aliados como China, Brasil y el resto de miembros de los BRICS, pero sin dejar de comerciar con los mismos.
Al presidente del país vecino, Lula da Silva, Milei lo ha definido como “comunista” y “corrupto” y dijo que no estaría dispuesto a reunirse con él, aunque en ningún momento señaló que Argentina dejará que intercambiar comercialmente con ese país.
El apoyo a Israel en el marco del conflicto recrudecido en las últimas semanas parece ser el único aspecto en el que los dos candidatos muestran una ligera sintonía.
En el resto de asuntos, Massa y Milei protagonizarán un duelo encarnizado y seguramente muy tenso, como ya se vio el pasado miércoles por la noche, cuando sus compañeros de fórmula, el actual jefe de gabinete, Agustín Rossi, y la abogada Victoria Villarruel, se enfrentaron en un debate televisado.
Este sábado, Milei -con más terreno electoral que recuperar tras haber obtenido menos del 30 % de los sufragios en la primera vuelta- suspendió su cierre de campaña en el simbólico Parque Lezama de Buenos Aires y el resto de sus actos públicos.
Massa también ha dedicado las últimas horas a preparar el debate junto a sus colaboradores más estrechos.
La estructura del debate será algo diferente a la de los dos anteriores, celebrados antes de la primera vuelta y con la presencia de tres candidatos más.
Con una larga lista de posibles nombres que podrían integrar sus respectivos gabinetes, un sinfín de propuestas electorales y con la tensión preelectoral en su máximo apogeo, Massa y Milei intentarán definir el incierto escenario argentino para la próxima legislatura, que comenzará el 10 de diciembre de 2023 y se extenderá hasta 2027.
CAMPAÑA DEL MIEDO. Mientras tanto, se lleva adelante lo que los medios de prensa en Argentina denominan como “campaña del miedo” en contra de Milei, que ha sido calificada incluso de adoctrinamiento en algunos casos, como el de docentes de una universidad pública que dramatizaron en el aula cómo sería la educación en el caso de que el candidato libertario llegara a la Casa Rosada. Asimismo, la campaña ha llegado hasta las oficinas públicas, las gobernaciones y otras entidades estatales e incluso los medios de transporte públicos, con mensajes que van en detrimento del líder de La Libertad Avanza y a favor del candidato oficialista.
Estas maniobras que buscan asustar al electorado ya se habían visto en las elecciones del 22 de octubre pasado. Un ejemplo de la campaña proselitista es el caso de los monitores que muestran los horarios de llegada y salida de los trenes, que fueron utilizados para mostrar cuales serían los precios de los boletos subsidiados con Massa, y cuáles con Milei o Bullrich.