En la estación de Przemysl, en Polonia, a pocos kilómetros de la frontera con Ucrania, un religioso franciscano regalaba tulipanes rojos y amarillos a las mujeres recién llegadas a ese punto por el que cada día transitan miles de refugiados. “Creo que es muy importante que hoy, en este momento tan difícil, alguien les diga que son muy importantes”, afirmó a la AFP Kordian Szwarc. “Sabemos que sus hombres están muy, muy lejos de aquí y que no hay nadie para decirles que son importantes y bellas. Esa es mi misión hoy”, agregó.
“Es la primera vez que tengo la impresión de vivir un día especial”, agradeció con una gran sonrisa Lilia Kysil, una estudiante de 22 años, que residía en Kiev antes de la invasión rusa. “Gracias por traernos emociones lindas”, siguió junto a su madre y hermana.
Según la ONU, ya son dos millones de personas las que han huido de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el 24 febrero. Dentro del propio país, soldados voluntarios regalaban también tulipanes a las mujeres que pasaban cerca de algunos puestos de control en Kiev, constató un corresponsal de la AFP.
En Madrid miles de personas convirtieron el centro de la capital española en un mar morado, el color del feminismo. AEFP