En Bogotá los manifestantes se movilizaron por las calles del centro y se concentraron en la Plaza de Bolívar, aledaña a la sede presidencial, bajo la consigna "¡Fuera Petro!”.
“Prometió un cambio de política general (pero) se rodeo de políticos corruptos. Eso es engañar”, dijo a la AFP Orlando Novoa (60 años), propietario de una constructora de unos 30 empleados, que protestaba en la capital.
Petro devino el primer mandatario de izquierda de la historia de Colombia al conquistar a poco más de la mitad del electorado con una batería de reformas que pretende aumentar los impuestos a los ricos, frenar la exploración petrolera y una reforma agraria para repartir terrenos fértiles entre campesinos “sin tierra”, entre otras.
Para sacar adelante estas iniciativas, Petro formó una coalición legislativa mayoritaria con el respaldo de varios partidos tradicionales.
“El país necesita un gerente, Petro es un político”, aseveró Cristóbal Osorio, un estudiante de 16 años en Bogotá.
Algunas más nutridas que otras, las manifestaciones recorrieron las calles de Medellín (noroeste), Cali (suroeste), Bucaramanga (noreste) y otras capitales con clamores variopintos.
“Respeto a la propiedad privada”
La llegada de Petro al poder animó a indígenas y a otros campesinos a ocupar a la fuerza decenas de predios, en lo que se perfila como uno de los primeros conflictos sociales del inédito gobierno de izquierda, que ha rechazado estas invasiones.
Cientos se movilizaron en Cali vestidos de blanco y elevando carteles que decían “Respeto a la propiedad privada” o "(Petro) incita a delinquir antes que a producir”.
En la capital una contraprotesta de decenas de jóvenes se movilizó en defensa del mandatario, quien militó por 12 años en el M-19, una guerrilla nacionalista de origen urbano que firmó la paz en 1990.
“Es un deshonor tener un presidente que fue guerrillero (...) ¡Me indigna!”, lamentó en Bogotá Manuela Hernández (62), propietaria de una empresa de vestidos de baño.
El Congreso debate un proyecto de reforma tributaria presentado por el gobierno que aspira a gravar con más impuestos a las clases altas para financiar con nuevos recursos sus programas sociales contra la pobreza y la desigualdad.
Su predecesor, Iván Duque (2018-2022), enfrentó masivas protestas en 2019, 2020 y 2021, encabezadas por jóvenes y sectores vulnerables.
Las más sangrientas ocurrieron el año pasado, cuando el entonces presidente intentó gravar a la clase media para hacer frente a los estragos de la pandemia, lo que desató violentas manifestaciones que se extendieron por dos meses y dejaron 46 muertos, entre civiles y policías, según la ONU.