En Rangún, los manifestantes, unos 100.000 según varias estimaciones, se congregaron cerca del Ayuntamiento de la capital económica, donde se había desplegado un fuerte dispositivo policial. En varias ciudades del país también se organizaron protestas, con numerosos participantes. En Naipyidó, la capital, a 350 km al norte de Rangún, cientos de personas desfilaron con sus motos por las grandes avenidas de la ciudad, construida por la junta militar, y donde normalmente no hay mucha gente.
“Respeten nuestro voto. Abajo la dictadura”, gritaban los manifestantes en Kawthaung, la mayor ciudad del sur, mientras hacían un saludo con tres dedos, un gesto de resistencia.
Se trata de las mayores manifestaciones desde la “Revolución del Azafrán de 2007”, duramente reprimidas y que se saldaron con decenas de fallecidos. “¡No queremos la dictadura! ¡Queremos la democracia!”, cantaban los manifestantes en las calles de Rangún, antes de dispersarse pacíficamente. Algunos de ellos daban rosas a los policías, otros mostraban pancartas en las que se podía leer: “Liberen a madre Suu”, en referencia a Aung San Suu Kyi. No lejos de allí, se veían banderas de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND). AFP