La decisión del presidente se basó en el aumento de la actividad criminal en el Sur y su vinculación con el crimen organizado transnacional, el terrorismo y delitos conexos.
Benítez explicó que la preocupación de Argentina tiene relación con la actividad terrorista de la triple frontera, por lo que hace sus consultas al Estado paraguayo, sobre todo por Hezbolá y el PCC. Hay temor de posibles atentados.
Recordó que Argentina sufrió dos atentados en 1992, contra la Embajada de Israel en Buenos Aires, y en 1994, contra la AMIA, y se cree que ambos hechos pudieron haberse gestado en la triple frontera. Consideran que la amenaza es latente ante el conflicto entre Israel y Palestina y el último ataque al consulado de Irán en Damasco.
El comandante mencionó que en la zona se financian los grupos terroristas para compra de armas, viajes, explosivos, tácticas, para realizar atentados alrededor del mundo. Además de ser lugar de recaudación, es refugio para estas organizaciones.
Benítez manifestó que se cuenta con 22.000 agentes para el país y que las Naciones Unidas recomiendan 3.3 por cada mil habitantes, por lo que se necesitan 60.000. El objetivo es aumentar en 5.000 por año, con lo que al final del periodo habrá 54.000 policías.
Finalmente, el comandante afirmó que es imposible que Paraguay esté como el cuarto país en crimen organizado, ya que conoce el contexto internacional y en realidad es el cuarto más seguro. “No tenemos grupos armados, tomando pueblos o secuestrando políticos”, lanzó al criticar el informe de la BBC.
El contralmirante Cíbar Benítez, ministro del Consejo de Defensa Nacional (Codena), por su parte, explicó que los militares en el sur no harán labores en las calles, pero que podrían enfrentarse a delincuentes, aunque prioritariamente su tarea será el trabajo de inteligencia. Comentó que el crimen organizado usa las mismas rutas para el contrabando, entre otros.