Wilson Ferreira
MINGA GUAZÚ
Las comunidades educativas de dos escuelas, ubicadas en el distrito de Minga Guazú, necesitan con urgencia trabajos de reparación y mantenimiento en toda la estructura del techo de ambas instituciones. Se trata de la Escuela Básica Número 6668 San Miguel y la número 3857 Divino Maestro, ambas ubicadas en el kilómetro 16, lado Acaray.
Debido a los años y a la falta de mantenimiento, el techo de ambas instituciones presenta goteras por todos lados en tiempos de lluvias. Ambas comunidades educativas piden especial atención al intendente municipal, Diego Ríos.
La Escuela San Miguel, ubicada en el barrio Zona Granja, cumple este año 26 años de vida institucional y actualmente tiene 300 alumnos, desde el jardín hasta el noveno grado. Es la única escuela del barrio.
Los padres relatan que tienen problemas desde la reapertura de actividades académicas, tras la pandemia del Covid-19. Lamentaron que debido al agua que ingresa en las aulas por el techo está afectando a los muebles. En días de lluvias, los alumnos deben acomodarse como pueden buscando lugares donde menos chorrea para no mojarse.
De esta situación, la Comuna está en conocimiento. De acuerdo con los datos funcionarios de la Comuna ya se constituyeron en el lugar y observaron el problema durante tres años, pero hasta el momento no tienen respuesta. Otro pedido que tiene pendiente es la ampliación de rubros por lo que no pueden crecer institucionalmente. Actualmente solo cuentan para cubrir hasta el noveno grado.
La profesora Beda Benítez, directora de la escuela, señaló que los alumnos que quieren seguir estudiando deben buscar otro lado. “Casi la mayoría se traslada hasta el Colegio General Bernardino Caballero que queda a unos 3 kilómetros”.
MÁS NECESIDADES. En la Escuela Divino Maestro, ubicada a unos 4.000 metros de la ruta PY02, a la altura del kilómetro 16, lado Acaray, se sienten abandonados por las autoridades municipales. Esta casa de estudio cumple 50 años y sufre de una serie de necesidades. También en días de lluvias gran parte del techo que cubre la institución tiene goteras.
El pedido de reparación figura en la micro planificación del Ministerio de Educación. “Llegamos hasta el intendente y no nos hizo caso. Ni siquiera limpieza nos mandó hacer este año”, denunció Águeda Gamarra, encargada de la institución.
La institución también sufrió de reducción de rubros del segundo ciclo en el 2018, del 3° al 6° grado, por la Supervisión local, con el argumento de baja cantidad de alumnos. Por ser una escuela que presenta muchas necesidades, algunos padres que tienen mayor solvencia económica envían a sus hijos a otras instituciones. Actualmente, tiene hasta 3er. grado y cuenta con 53 estudiantes, señaló Gamarra.
INSEGURIDAD
La inseguridad también es otro de los problemas que sufre esta institución. Varias veces ya fueron víctimas de hurtos y asaltos por parte de motochorros, algunos aprovechan la hora de salida y aprietan directamente a las madres que buscan a sus hijos. También se registraron hurtos en horas de la noche. Se llevaron focos, elementos de oficina hasta pupitres.
La profesora, por miedo a los robos, mete su moto en la clase y desarrolla así sus actividades académicas. La institución no cuenta con cercado perimetral y cualquiera puede entrar en el predio escolar. La limpieza del patio suele estar a cargo una empresa tabacalera que se encuentra a metros del lugar.