El viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Rodrigo Nicora, mantuvo una reunión este domingo con los sindicatos de agentes penitenciarios en la sede de la Mutual de Institutos Penales de la entidad, para lograr que los trabajadores vuelvan a entrar a la Penitenciaría Nacional de Tacumbú para cumplir sus funciones.
Al finalizar, Nicora informó a los medios de prensa que quedaron en cuarto intermedio y que la mayoría de los guardiacárceles siguen sin ingresar al penal, por lo menos hasta que el Ministerio cumpla con sus reivindicaciones, sobre todo con respecto a las medidas para garantizar su seguridad.
En tanto, el funcionario manifestó que algunos trabajadores sí entran a Tacumbú a fin de cubrir las zonas más importantes, así como esperan que la situación se normalice entre este lunes y martes, ya que se comprometen a cumplir con los pedidos en un plazo de al menos 48 horas.
“Tenemos una dotación que está ingresando a la penitenciaría para el funcionamiento básico y considero que más pronto que tarde, a más tardar el martes, eso se va a poder restablecer completamente una vez que podamos cerrar lo hoy manifestado en la reunión”, afirmó.
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Sostuvo que el Ministerio de Justicia entiende las necesidades que tienen los guardiacárceles. Aunque no quiso detallar sobre cada una de las exigencias, aseguró que las dos “más relevantes” son la Ley Orgánica del Agente Penitenciario y el seguro de vida.
Sobre la normativa, dijo que se trata de una “deuda histórica” que tiene el Ministerio de Justicia con los trabajadores, mientras que sobre el segundo punto reconoció que es “una necesidad básica”, ante la actividad que desempeñan los agentes penitenciarios.
Desvió pregunta sobre quién controla hoy Tacumbú
Mientras tanto, al ser consultado en dos oportunidades sobre si el clan Rotela sigue manteniendo el control del penal, el viceministro de Política Criminal prácticamente desvió la pregunta y no fue claro al responder, aunque alegó que en el penal “prima la tranquilidad”.
“Si hablamos de la población en sí, es claro que hoy tenemos una tranquilidad en el sistema, en la penitenciaría, a mí me gustaría hablar siempre de la población, no de una población en específico y eso es lo que prima, la tranquilidad, en este momento, la buena convivencia. Los agentes penitenciarios que entran lo hacen libremente, esta es una oportunidad para poder restablecer totalmente los dispositivos de seguridad y en eso estamos abocados”, dijo.
Cuando fue abordado sobre cómo harán para que no se vuelvan a registrar tomas o motines en los penales, el alto funcionario señaló que el trabajo debe hacerse “día a día” mediante el diálogo, aunque dijo que esto “no significa negociar”.
“El diálogo por parte de la población y las autoridades y los agentes es para convenir inquietudes y tratar de buscar juntos una solución a toda la problemática. Entonces, para mantener una tranquilidad es necesario siempre tener un puente de comunicación”, acotó.
Tras esto, Nicora se trasladó hasta la cárcel de Tacumbú, donde realizó verificaciones de las instalaciones que fueron dañadas durante los motines de los internos.
Afirmó que “hay muy buenas señales de que esto cada vez está llegando más a la normalidad” y que tanto la reposición de la energía eléctrica como de los mobiliarios que fueron quemados ya están “casi al 100%”.
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Asimismo indicó que en el sitio se reunió con el director del penal, Luis Esquivel, quien le dijo que la situación que se vivió el último viernes, con reos caminando en los techos de la penitenciaría vestidos con prendas de guardiacárceles, “ocurrió por la falta de apoyo de los agentes”, debido a que dejaron de ingresar a la cárcel por temor.
“Se generaron situaciones muy anormales dentro de lo que es el perímetro, pero tuvimos el apoyo constante de la Comisaría 4ª y otros de la Policía Nacional y el personal militar, así como se reforzó la seguridad”, alegó a su vez.
Este último sábado, el presidente de la República, Santiago Peña, reconoció que el Gobierno actualmente ya no puede controlar la cárcel de Tacumbú, responsabilizando a la “superpoblación” de internos que se registra actualmente y que supera la capacidad del penal.