Según datos revelados por el Ministerio de la Mujer, un total de 119.378 servicios fueron ofrecidos durante el periodo que abarca de enero a noviembre de este 2019, siendo el Centro Ciudad Mujer, ubicado en Villa Elisa, el que más atenciones tuvo.
El Centro Ciudad Mujer ofreció 67.716 servicios, a través de un conjunto de prestaciones de atención integral en módulos como prevención y atención a la violencia contra las mujeres, salud integral, empoderamiento económico, educación para la equidad y atención infantil.
Mientras que la división de Ciudad Mujer Móvil de la Gente tuvo 33.061 asistencias. Todas ellas fueron dirigidas a las mujeres en sus comunidades, a través de un sistema móvil de atención y articulación interinstitucional con 18 instituciones públicas.
Seguidamente, la línea 137 SOS Mujer registró un total de 8.374 atenciones que fueron concretadas por medio de un Sistema Operativo de Seguridad para Mujeres Víctimas durante las 24 horas del día, inclusive los fines de semana y días feriados.
El Servicio de Atención a la Mujer, por su parte, brindó 4.828 atenciones en orientación legal, contención sicológica, derivación y seguimientos de casos.
Lea más: Con Masculinidad positiva Ministerio de la Mujer busca frenar casos de violencia
Mientras que los centros regionales de las mujeres (Alto Paraná, Amambay, Canindeyú y Boquerón) brindaron 4.044 asistencias y los dos albergues registraron 1.355 servicios.
El Ministerio de la Mujer es la instancia rectora, normativa y articuladora de las políticas del Gobierno Central, dirigidas a promover la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres.
Pese a la cantidad de servicios, los resultados en acciones de prevención o respuesta ante casos de violencia aún son insuficientes.
De acuerdo con un estudio publicado en 2017 sobre el costo-país de la violencia contra las mujeres, se reveló que en Paraguay la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja afecta a 36 de cada 100 paraguayas.
La violencia es un freno para el desarrollo económico, porque destruye la productividad y el capital de las mujeres, tanto a nivel individual, de hogar y comunitario.