Autoridades del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) alegaron cuestiones presupuestarias como motivo de la situación en que se encuentra hoy el edificio Excelsior, adquirido por vía de la excepción hace un año y que hoy está en estado de abandono.
Un grupo de directores del ministerio, encabezados por el viceministro de Educación, Héctor Valdez, recibió al equipo periodístico de ÚH y Telefuturo, a fin de dar su versión sobre las condiciones en que se encuentra el edificio.
Valdez señaló que el inmueble fue adquirido el año pasado en base al criterio de ahorro que significaría para no seguir pagando alquiler, a fin de albergar oficinas del Ministerio.
Preguntamos cómo explicaban que esta compra se haya hecho hace un año por la vía de la excepción, con el argumento de urgencia impostergable, pero que hoy el edificio esté abandonado.
El director de la Unidad Operativa de Contrataciones (UOC) del Ministerio, Marcos Ferreira, respondió que “la urgencia impostergable se utilizó como inciso para justificación de la compra, pero básicamente no era para ir a entrar ya en el edificio inmediatamente a ocupar”.
Añadió que todo el proceso se explica a partir del momento en que el Ministerio de Hacienda habilita los fondos para adquirir un inmueble y el plazo establecido por la Dirección de Contrataciones Públicas, el año pasado, para comunicar las adjudicaciones en tiempo. Indicó que en este contexto tenían que hacer el proceso de compra, de lo contrario se iban a perder los recursos para el efecto. “Esa es la urgencia impostergable para la compra de ese edificio”, recalcó. Es decir, la urgencia era no perder los fondos que ya estaban presupuestados.
Apuntó que se siguieron las indicaciones de Contrataciones Públicas, básicamente porque no hay forma de comprar un edificio que no sea por excepción. Sin embargo, cuando esta adquisición estuvo en la polémica, en enero pasado, Contrataciones había dicho que siempre recomendó la licitación antes que la vía de la excepción para las compras.
Durante la conversación, ninguno de los presentes en la reunión supo dar una explicación sobre quién era el responsable de haber permitido el rapiñaje y la destrucción del edificio, como también que se haya decidido utilizar la planta baja, el entrepiso y el primer piso para que funcione una dependencia del MEC, pese a que el edificio no ofrece ninguna garantía de seguridad.
EN CONDICIONES. En otro momento, el ingeniero Miguel Otazú, director de Infraestructura del MEC, aseguró y exhi- bió fotografías, a modo de prueba de que recibieron “en buenas condiciones” el edificio Excelsior por parte de los ex dueños, aunque también que tenía falencias.
También mostró las fotos posteriores de cómo se destruyeron los muebles, se sacaron las puertas, los pisos y las alfombras del edificio. “Ahora, sobre eso yo no tengo responsabilidad. Todo lo que ocurrió ahí realmente es lamentable, pero no es un tema técnico”, recalcó.