La titular del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, Teresa Martínez, mencionó en contacto con Monumental 1080 AM que el sistema de ingreso a las cárceles debe estar informatizado y que no se puede seguir con el registro manual que además es controlado por un recluso, que es responsable de anotar los nombres.
“Si quieren controlar tienen que mínimamente informatizar el sistema de ingreso a la cárcel, no puede ser que se sigan manejando con cuadernito y cuando uno quiera encontrar algo, (el mecanismo) es para desaminar cualquier tipo de investigación”, expresó.
Martínez recordó un caso ocurrido en 2010, cuando se desempeñaba como fiscala, sobre dos adolescentes coaccionadas sexualmente y filmadas por presos en el interior de la cárcel, ocasión en que acusó y pidió un juicio oral y público para el ex director de la penitenciaría de Tacumbú, Julio Acevedo.
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La investigación constató que Acevedo tuvo varias alertas sobre el ingreso de adolescentes al penal y la posibilidad de abusos sexuales. Sin embargo, no tomó las medidas necesarias para evitar que eso suceda. En 2014, fue condenado a dos años de prisión por el delito de omisión; no obstante, no fue a la cárcel y tuvo que presentarse una vez cada tres meses por un lapso de tres años ante el Juzgado de Ejecución y tenía prohibido salir del país.
Las cárceles solo registran los nombres sin las edades, y la autorización la da un preso, lo que es ilegal, apuntó Martínez. “En esa oportunidad encontramos 150 cédulas de personas que ingresaron y aparentemente no salieron, no sabemos qué pasó con ellas”, dijo.
La argumentación que dieron las autoridades fue que las mujeres que entraron eran trabajadoras sexuales, pero cuando se trata de menores no son trabajadoras sino explotadas, explicó la ex fiscala. “Miles de excusas quisieron dar culpándole a la que ingresaba y no al que dejaba ingresar”, reclamó.
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La ministra señaló que cualquier tarea investigativa se dificulta porque se deben revisar los cuadernos “reglón por reglón y hoja por hoja”. Otra deficiencia es que no existe una cámara de control en la entrada. “Todo se presta a que haya funcionarios desleales y que estén cobrando por eso”, destacó.
Menores en las cárceles
Casi 300 menores ingresaron a las privadas del penal de Tacumbú en los últimos cinco meses, según las investigaciones realizadas por la fiscala Karina Sánchez, de la Unidad Especializada de Trata de Personas.
Las privadas son habitaciones creadas principalmente para las visitas conyugales de los reclusos. Su utilización se maneja en el ámbito de la libre comunicación de la que deben gozar los detenidos.
Los informes recibidos señalan que se detectó que 179 internos tuvieron visitas de 289 niños y niñas que han ingresado al interior de las privadas entre julio y noviembre del corriente año.