Al señalar que si se mantienen las fuerzas del orden en la zona, consideró que se amplían mucho más las posibilidades de captura de prófugos, así como de la pacificación de la zona.
“Hay que ver si las FFAA tienen ya prevista la construcción de una base militar; eso sería muy interesante en la zona de influencia del EPP”, refirió, para aclarar que estaba hablando de Curuzú de Hierro, Tacuatí Poty, Arroyito y Paso Tuyá, entre otras localidades del Norte del país.
Fue ayer, luego del acto de posesión de mando del nuevo comandante del Regimiento Escolta Presidencial.
De Vargas explicó que las fuerzas operativas de militares y policías siguen en el Norte, trabajando en operativos de búsqueda, pacificación y sobre todo de relevamiento de datos de inteligencia.
Aseguró que la idea es que estos trabajos puedan perdurar en el tiempo, de manera tal que tanto la parte operativa como de inteligencia sea sostenida en el tiempo.
Refirió que con ello se evitaría que ocurran lo ya ocurrido en el pasado, cuando se tenía presencia militar y policial por dos o tres meses en la zona y después que se replegaran las fuerzas, todo volvía a la situación original.
Denuncias irresponsables. Consultado sobre la presunta intervención de militares en una escuela de la zona para interrogar a los alumnos, De Vargas refirió que eso fue desmentido por las propias autoridades educacionales de la zona.
Dijo que alguien de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), de nombre Enrique Gauto, prometió informes detallados de casos de abusos de las fuerzas del orden, pero que no entregó nada de los prometido.
“Creo que las denuncias que se están haciendo, sin mencionar nombres, son bastante irresponsables”, calificó el ministro político desestimando de esa manera las acusaciones de abusos.