Tras una reunión con gremios empresariales, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, dijo ante los medios de prensa que no se declara emergencia sanitaria por dengue debido a que no están rebasados en sus previsiones, aunque sí admitió que hay una gran presión sobre el sistema.
Mazzoleni explicó que dispusieron de camas, tanto en los hospitales públicos como privados, pero la cantidad de internados es poca en proporción a los exámenes médicos.
No obstante, el secretario de Estado indicó que sí aumentó la cantidad de consultas ambulatorias en las últimas cuatro semanas por cuadros febriles.
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En ese sentido, admitió que esta situación, sumada el abarrotamiento en urgencias, es un problema, pero resaltó que de momento las internaciones son mínimas.
“Cuando estamos rebasados en términos de camas, insumos, medicamentos, cuando hay un requerimiento de recurso humano, ahí es cuando uno puede definir la declaración (de emergencia)”, expresó.
Hasta este viernes, se notifican 1.700 casos por semana, pero para decretar la emergencia el número debería subir a 2.200.
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Por otro lado, Mazzoleni afirmó que insistirán con la donación de sangre. “Los productos derivados de la sangre son fundamentales”, agregó.