El titular de Koga, Bruno Defelippe, dijo que es positivo el apoyo con el fondo de garantía por parte del Gobierno, pero el gran problema es la llegada de los préstamos.
“Si se pide corroborar cuántos créditos realmente se desembolsaron hasta ahora, el resultado será de ninguno”, advirtió.
Indicó que es esto lo que preocupa y no ven que el sector financiero esté con el mismo sentido de urgencia necesario para entregar los créditos blandos para las mipymes.
Apuntó que hoy muchas pymes ya están por cerrar o cerraron. Recalcó que, ahora, con el Fondo de Garantías Fogapy, los bancos ya tendrán como codeudor al Estado y sus riesgos disminuyen sustancialmente.
Consideró que los cien millones de dólares de respaldo que anunció el Ejecutivo para el Fogapy serán escasos ante la necesidad que tienen las mipymes en esta crisis sanitaria.
Por su parte, Aramí O’hara, del rubro gastronómico de pymes, felicitó el apoyo gubernamental y que ahora “la pelota está en la cancha de los bancos y entes del sistema financiero para responder cuanto antes otorgando los créditos”.
Indicó que los desembolsos también deberán tener transparencia, en el sentido de saber en detalles la cantidad de empresas y montos desembolsados.
“Nosotros somos clientes de hace mucho de los bancos privados. Nos conocemos. Así como nos piden solidaridad para proteger empleos, ahora también le trasladamos el mismo pedido a ellos. Tienen que portarse con las empresas”, subrayó.
SIN EXCUSAS. Gustavo Giménez, asesor del gremio de empresas de eventos, Assepe, consideró que a partir del anuncio del Gobierno “vemos que el sistema financiero y los bancos no tienen más excusas para que puedan abrir líneas de créditos”.
“Ahora el Gobierno está dando las garantías correspondientes y esperamos que el sistema financiero reaccione dando las líneas de crédito en condiciones propicias y como ya lo hizo el BNF. Ahora falta el sector privado”, remarcó, a la vez de subrayar la urgencia de la entrega de créditos.