24 nov. 2024

“Mis niños no cabían en mis brazos cuando caía la escuela”

Entre lágrimas y todavía con miedo, profesoras de la escuela Miguel Ángel Rodríguez se reunieron ayer con autoridades del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) en la institución educativa, que perdió el 90% de su infraestructura con la tormenta.

Se estiman más de G. 1.000 millones en pérdidas materiales. “Pero lo material se recupera, hoy es nuestro primer día desde que nacimos de nuevo”, cuenta Myrian Luz Duarte, docente del centro escolar, uno de los más afectados tras los fuertes vientos que golpearon principalmente a Ñemby y Villa Elisa.

“Mis niños no cabían en mis brazos cuando caía el tinglado de la escuela”, relata Myrian, profesora de Preescolar y que contaba con 13 alumnos en aula cuando cayó lo peor.

Los estudiantes buscaron refugio bajo los brazos de la maestra, quien no solo contuvo a los chicos, sino que supo cómo resguardarlos de la tormenta.

“Fuimos primero a un rincón para evitar ser alcanzados por si caía el techo, que por suerte en nuestro caso no pasó. Rezamos todos y creo que se escuchó la oración de esos niños”, dice entre lágrimas.

Sus compañeras no podían hablar. Entre largos abrazos de compañeras y llantos todavía recuerdan con dolor cómo se vino abajo toda la estructura. El temporal afecta a 2.900 alumnos matriculados.

Asistencia. El MEC habilitó una oficina con sicólogos dentro de la escuela para tratar el estrés postraumático que sufren los educadores, confirmó Digna Gauto, experta de la dirección general de Protección de la Niñez de la entidad. El espacio también sirve para los niños, que en caso de requerir de ayuda más especializada, también accederán a servicios de sicología del Ministerio de Salud Pública.

“Los docentes realmente están muy conmocionados, es parte de estrés postraumático y queremos atenderlos a todos”, comenta Digna Gauto.

En Ñemby también algunas casas y comercios sufrieron destrozos, como la pizzería de Christian Caballero, quien perdió al menos G. 3.500.000 entre insumos alimenticios y materiales del comercio. Caballero tiene una hija que asiste a la escuela, pues viven frente al Miguel Rodríguez. Su hija no sufrió lesiones y el papá agradece la rápida reacción de los profesores.

“Tuve un presentimiento, peleé con el papá de mi nieta para que no vaya a la escuela por el mal tiempo. Por suerte, gané yo”. José Pereira, abuelo de alumna.

“Tenemos la esperanza de volver a la escuela el año que viene. El MEC, el Municipio y la Gobernación se comprometieron”. Albino Franco, director del colegio.

“Yo estaba luego en la escuela, saqué a mi hijo de la sala y le dije a la profe que haga lo mismo con el resto, porque venía todo abajo”. Liz Viveros, mamá.

Declaran emergencia en Villa Elisa por destrozos de casas

Pese a que la tormenta derribó completamente sus pequeñas viviendas de madera terciada y techos de zinc, ni el Municipio local ni la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) llegaban hasta la tarde de ayer al barrio Picada de Villa Elisa. Es una zona de asentamientos donde los vecinos quedaron prácticamente en la calle.

En el sitio se encuentran 16 familias cuyas viviendas quedaron totalmente destruidas por el temporal del pasado jueves.

La escuela Agustín Pío Barrios también sufrió destrozos en por lo menos tres aulas por la tormenta. La directora del lugar contó que requieren de apoyo de la ciudadanía para la escuela, pero especialmente para las familias de los niños, muchos de los cuales viven en asentamientos y perdieron totalmente sus hogares con el temporal.

La respuesta del Municipio local se dio por la tarde, luego de que concejales aprobaron una declaración de emergencia debido a la destrucción que dejó la ráfaga de viento.

El drama también afectó el servicio de energía eléctrica, que por ende también dejó a la localidad sin agua, ya que hay barrios que dependen de proveedores privados para obtener el líquido vital.

“Yo tuve que dejarle a mis cuatro hijos con su abuela, porque acá perdimos casi todo. Encontré el techo en la otra cuadra después de la tormenta”, contó Cynthia Villalba, una de las vecinas de la zona.

El intendente liberal, Ricardo Estigarribia, en comunicación con ÚH, relató que siete barrios resultaron afectados por la intensa tormenta del pasado jueves.