El rumor se generó en el programa radial Night Call del discjockey Russ Gibb, un 12 de octubre de 1969. Al atender una llamada al aire, uno de los oyentes, identificado como Tom, afirmó que McCartney había fallecido el 9 de noviembre de 1966 en un accidente automovilístico.
Y en razón del éxito que experimentaban con la banda y ante el temor de verse afectados por el infeliz suceso, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr, supuestamente habrían encubierto la muerte de su colega, reemplazándolo por Billy Shears, quien además de asemejarse físicamente al músico, poseía una característica fundamental para su nueva función, sonaba idéntico al autor de éxitos como Yesterday.
Los conspiradores sostenían la teoría al comparar las fotos recientes del cantante con las anteriores a la fecha del accidente, en la que señalaban diferencias físicas en el mentón, las orejas y el tamaño de la cabeza del músico. Apuntaban además, que ante el peso inminente de la culpa, Lennon, Harrison y Starr comenzaron a colocar pistas sobre la muerte de Paul en las tapas de los discos y en sus canciones, como el caso del disco Abbey Road, en la que la figura de McCartney a diferencia de sus compañeros, se encuentra descalzo, con los ojos cerrados, el pie derecho adelante en vez del izquierdo, entre otros elementos.
DESMENTIDA. Sobre los rumores, Paul, quien ofreció un recital en Paraguay en el 2012, en entrevista a la revista Life, en 1969, declaró que la teoría sobre su fallecimiento no le molestaba. “Los rumores sobre mi muerte han sido algo exagerados. De todas maneras si estuviera muerto, sería el último en saberlo”, expresó el ídolo con humor.