Liza es sicóloga clínica, coach ontológico profesional e instructora de kundalini yoga y actualmente, además, artesana. Y orgullosa mamá de Ignacio, Emma y Olivia. Su interés por la artesanía nació un día, hace 4 años, al llevar a una de sus hijas a un taller de cerámica. Pero no fue hasta el momento de un quiebre emocional personal que se dedicó a explorar su lado artístico.
Sobre su primer encuentro con el arte de transformar la arcilla, Liza enfatiza que fue revelador. “La cerámica me ayudó muchísimo en ese momento de duelo y me enseñó (enseña) muchas cosas sobre la vida. Fue mi terapeuta personal”, comparte. Y agrega que la hizo ver en ella misma nuevas habilidades que la ayudaron a sobreponerse. “El moldear la arcilla hizo que descubra una faceta artística que no conocía, cada pieza que hacía, en cada pedido que tenía, siempre dejaba dentro una parte de mi alma, de lo que me estaba pasando y cómo me sentía en ese momento. Empecé a experimentar la alquimia de transformar y moldear mis emociones y verlas luego convertidas en piezas hermosas”, resalta. Así, del impacto positivo que tuvo en su proceso de sanación personal, empezó a ofrecer esta experiencia a los demás. Y destaca que en la labor artesanal los participantes van descubriendo los beneficios que aporta el trabajo con la cerámica en sus vidas.
PAUSA TERAPÉUTICA. Las sesiones de terapia se realizan en el taller, lejos del consultorio tradicional. “Nos ponemos delantales y nos sentamos en una mesa de trabajo. En general, los encuentros empiezan como una sesión terapéutica tradicional, conversamos sobre la situación que le trae a esa persona y luego a través de la arcilla empezamos a moldear esa situación específica”, explica.
En los encuentros, según explica, las personas además de canalizar, reflexionar y transformar sus situaciones, llevan piezas hechas por ellas mismas con un significado profundo de su proceso de cambio, añade .Liza atiende bajo esta modalidad a adolescentes y adultos, “no atiendo niños en terapia, si a los padres”, afirma.
arte para todos. En Almadentro también se explora el arte por el arte mismo, así se imparten talleres abiertos y personalizados de cerámica a niños, adolescentes y adultos. “Estos talleres son técnicos, no tienen un enfoque sicológico. En estos talleres les enseño las técnicas básicas para la creación de piezas, aprenden el proceso de convertir la arcilla en cerámica, trabajamos por proyectos y es superpersonalizado”, señala. En el lugar se cuenta con hornos especiales para las quemas y esmaltado de las piezas, además de una pequeña tienda con kits de cerámica para niños y adolescentes, delantales, piezas de cerámica hechas a mano, esmaltes para cerámica, entre otros artículos. Y recientemente sumó la experiencia de trabajar en el torno.
Los beneficios de hacer cerámica
Liza Carísimo compartió y enumeró los principales beneficios de hacer cerámica:
1. Conectar con la infancia, ayuda a ser espontáneo y divertirse.
2. Desenchufarse. Moldear requiere concentración y esto puede aislar a la persona de su entorno directo y así ayudar a entrar en un estado meditativo.
3. Activa la creatividad. La energía creativa luego se traslada a la vida cotidiana.
4. Descarga de tensión emocional. Ayuda a gestionar mejor las emociones del día a día.