Ciudad del Este tiene el estigma del negocio del contrabando, la piratería y otras actividades que están fuera de la ley. En esta ciudad, un grupo de jóvenes desarrollaron un mecanismo de monitoreo para el control eficiente del Fonacide, que fortaleció la capacidad de control, redujo el nivel de corrupción estatal y elevó la participación ciudadana.
Desde el 2012, se establece la ley que crea el Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide). Es el beneficio que recibe Paraguay producto de la cesión de energía de Itaipú a Brasil. La mitad de los fondos que perciben los municipios se debe utilizar para infraestructura escolar.
En seis años, USD 100 millones fueron repartidos a municipios y gobernaciones.
Este grupo de jóvenes comenzaron a monitorear el uso del Fonacide desde el 2013. Desde la organización civil Reacción Paraguay centraron el trabajo de campo mediante visita a escuelas, conversando con funcionarios del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) y de la Municipalidad. En primer término, siguieron el rastro del dinero observando el proceso que se está aplicando y si llega o no a las escuelas.
David Riveros, director y fundador de organización civil, explica el alcance del trabajo de monitoreo. Nunca hasta ahora ningún otro municipio ha recibido tanto dinero del Fonacide como CDE. Son G. 66.215 millones (USD 12 millones). En segundo lugar, quedó Asunción con G. 57.025 millones; en tercer lugar, Luque con G. 39.248 millones.
EL SISTEMA. Este mecanismo de monitoreo es aplicable en cualquier otra parte del país. El trabajo se desarrolló entre jóvenes de 15 a 21 años, con cinco miembros de la organización, 40 voluntarios y 500 estudiantes capacitados.
En el 2015, solo el 20% de las instituciones priorizadas dentro del top 5 recibían los fondos. Para el 2017 aumentó al 80%. Sin muchos recursos económicos y centrados en trabajo de voluntariado, controlan las cinco escuelas más necesitadas (las top 5). Cada inicio escolar esa lista es creada por la Municipalidad trabajando con el MEC. Su punto de partida debería hacerse en cada escuela cuando el director invita a padres, estudiantes y profesores para identificar sus precariedades. Se genera una lista de prioridades en cuatro áreas: Aulas, sanitarios, mobiliarios y otros espacios. “Monitoreamos las cinco escuelas más necesitadas y con eso vamos a controlar si es que llegaron los recursos del Fonacide. Luego utilizamos el proceso de Datos Abiertos de Educación, Hacienda tiene sus datos y portales abiertos y la Dirección de Contrataciones”, explicó Riveros.
Fiscalizan la cantidad de transferencias, las escuelas, su geolocalización y revisan si los contratos se hicieron dentro de las cinco con más necesidades. “Hemos contribuido a reducir la corrupción. Esto se tradujo en un incremento en el total de escuelas priorizadas dentro del top 5 que reciben los fondos”, enfatizó.
BM y Cepal reconocieron el trabajo colectivo
Los jóvenes compararon la distribución de recursos del Fonacide entre Ciudad del Este y Asunción.
Constataron que la inversión en Asunción es peor. David Riveros (Reacción Paraguay) explicó que entre las cinco escuelas más necesitadas ninguna recibió recursos. “Ninguna. Cero inversión. Es superinconstante (en Asunción)”, enfatizó.
¿Cuál es la diferencia visible?, ¿qué hay en CDE que no hay en Asunción? Los jóvenes están monitoreando, promoviendo información, trabajando en colegios. “Nuestro trabajo ha contribuido a elevar del 20% al 80% las escuelas priorizadas que reciben el Fonacide. Eso durante la administración más corrupta de CDE, que fue la de los Zacarías. No fue durante una administración benevolente como se podría considerar el caso Mario Ferreiro”, destacó Riveros. El trabajo de monitoreo juvenil recibió reconocimiento internacional. El Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) se hicieron eco del trabajo. La alianza para el Gobierno abierto reconoció publicaciones en participación ciudadana para combatir la corrupción.