22 dic. 2024

Monos capuchinos bajan de los árboles en una excepcional isla de Panamá

La isla de Coiba, situada en el Pacífico de Panamá, es el hogar de plantas y animales que no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra. Y allí, los monos capuchinos de cara blanca pasan mucho tiempo en el suelo, lo que intrigó a los investigadores del Smithsonian y les alentó a buscar las razones de este comportamiento poco visto en América.

monos ok.jpg

Monos capuchinos bajan de los árboles en una excepcional isla de Panamá.

Foto: paradigma.hn

“En el Viejo Mundo hay muchos primates que se adaptaron a la vida en el suelo, pero nadie sabe por qué este comportamiento falta en los primates del Nuevo Mundo”, comentó Claudio Monteza, quien hace su doctorado en el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal y en la Universidad de Konstanz, Alemania.

Monteza explicó que durante las investigaciones llevadas a cabo en una estación del Smithsonian situada en la Isla Barro Colorado, en el panameño lago Gatún, se observó que “los monos capuchinos están acostumbrados a las personas, pero nunca” se les vio pasar tanto tiempo en el suelo del bosque como los de Coiba.

“Nunca vimos a las mamás cargando bebés bajar al suelo como lo hicimos en Coiba. Incluso, los grupos más habitados en Barro Colorado son muy cuidadosos con los bebés”, sostuvo Monteza en un informe difundido este viernes por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés).

Nota relacionada: El reto de proteger animales durante la pandemia del Covid-19 en Bolivia

Coiba es la isla panameña más grande en el Pacífico Oriental y el hogar de plantas y animales únicos, pero carece de jaguares, pumas, tayras (comadrejas grandes), coyotes, jaguarundis y de ocelotes, todos identificados como depredadores de los monos capuchinos, lo que podría explicar su valentía de bajar de los árboles.

Para comprobar esta teoría, Monteza y su equipo colocaron cámaras trampa a cierta altura de las bases de los árboles de Coiba y de una isla cercana mucho más pequeña llamada Jicarón.

“Los resultados fueron los que esperábamos en ausencia de depredadores: el tamaño de las tropas de monos, la cantidad de individuos en el suelo al mismo tiempo, en la isla de Coiba era mucho mayor que en cualquiera de los sitios de tierra firme”, explicó el investigador.

El Smithsonian señaló que los primates que descendían de los árboles jugaron un papel importante en la evolución humana, pero las explicaciones aún controvertidas generalmente implican cambios en el clima o la dieta.

Así, hace millones de años, cuando el Istmo de Panamá surgió del mar para formar un puente terrestre entre América del Norte y del Sur, las corrientes oceánicas globales cambiaron, lo que tal vez provocó una tendencia de sequía en África y la sustitución de los bosques por sabanas, lo que obligó a los ancestros humanos a pasar más tiempo en el suelo.

Otros sugieren que los antepasados humanos llegaron al suelo para buscar hongos.

Nota relacionada: Cientos de gatos, perros o conejos, víctimas indirectas del coronavirus en Pakistán

“Nuestro estudio indica que los depredadores probablemente juegan un papel clave al explicar por qué no hay primates terrestres en los neotrópicos”, comentó la investigadora Meg Crofoot, actual directora del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal y profesora en la Universidad de Konstanz.

Cuando no hay depredadores, los primates pueden volverse más terrestres, incluso si los cambios en la estructura del bosque no los obligan, pero Coiba es un lugar único donde también descubrimos que estos monos están utilizando herramientas de piedra. ¿Es eso el resultado de la falta de depredadores, o la capacidad de los capuchinos de usar una nueva fuente de alimento podría ser la explicación en sí misma?, se preguntó Crofoot.

El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, en la Ciudad de Panamá, es una unidad de la Institución Smithsonian, un ente que promueve la comprensión de la naturaleza tropical y su importancia para el bienestar de la humanidad, capacita estudiantes para llevar a cabo investigaciones en los trópicos y fomenta la conservación.

Más contenido de esta sección
El oficial segundo Carlos Ruíz de la Unidad de Operaciones Tácticas Motorizadas- Grupo Lince, se dedica a rescatar, castrar, curar y dar un hogar feliz a los perros que rescata de las calles. Actualmente tiene 37 peludos bajo su protección e insta a las personas a realizar la adopción responsable.
La llegada masiva de mariposas blancas provocó encanto en los pobladores de Concepción, que quedaron maravillados con la belleza natural de los insectos.
Funcionarios del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible del Paraguay (Mades) rescataron este sábado a un guacamayo que era trasladado de forma irregular en un camión desde Altos a Luque. Un trabajador de plataforma fue el que alertó a las autoridades.
Un mono de considerable tamaño recorre viviendas del barrio Kennedy de Lambaré causando preocupación entre los vecinos, ya que no saben de dónde salió ni cómo llegó a esa zona.
El cocodrilo más grande del mundo, de 5,4 metros de largo y cerca de una tonelada de peso, falleció en el noreste de Australia, indicó este sábado el parque de animales donde vivía cautivo.
En la Clínica Veterinaria Municipal San Francisco de Asís, ubicada en Villa Elisa, Departamento Central, se ofrece una amplia variedad de servicios a costos accesibles, para que todas las mascotas reciban la atención que necesitan.