La iniciativa se concreta a través de la Embajada de la República Dominicana y hoy se brindarán detalles sobre el donativo.
La entrega se realiza como testimonio de agradecimiento a la memoria del eximio guitarrista paraguayo. La fundación Luces y Sombras cuenta con tres esculturas de cuerpo entero de Mangoré portando su guitarra, elaboradas en los talleres de la entidad con sede en Santo Domingo.
Todas las esculturas tienen la misma altura y se pretende ubicarlas en distintas plazas públicas. La primera de ellas será donada por la fundación artística para que sea destinada a un espacio de San Juan Bautista, en Misiones (Paraguay), donde El Cabildo realiza las gestiones pertinentes.
La propuesta es ubicar las otras dos esculturas en las capitales de República Dominicana y el Paraguay.
Valorado. El diplomático y presidente de la fundación, Juan Gilberto Núñez, manifestó su admiración por el genio de la música paraguaya.
En ese sentido, recordó que Mangoré desplegó una gira por el Caribe, donde visitó la República Dominicana en marzo de 1937, presentándose en los principales teatros de la época, ubicados en ciudades importantes como Santo Domingo, Santiago y La Vega.
“Este encuentro, con la presencia del maestro en nuestro país, debe servir de testimonio eterno del poder que tiene la cultura en la interrelación de los pueblos del mundo y, sobre todo, de cómo la voluntad de un artista pudo hacer posible que la identidad de un pueblo y el corazón de un país como el Paraguay pudieran recorrer tantos países, llevando consigo a través de la admiración que él despertaba, un abrazo de hermandad del pueblo guaraní, de la nación paraguaya”, indicó Núñez.
Agregó que de ahí surge la necesidad de retribuir a Paraguay la presencia de Mangoré en República Dominicana y la Fundación lo hace de la mejor manera que podría hacerlo, a través de obras artísticas, en este caso: las esculturas.
Genio. Agustín Barrios nació justamente en San Juan Bautista de las Misiones el 5 de mayo de 1885, donde ubicarán la primera escultura. Adoptó el nombre artístico de Nitsuga Mangoré, ya que en sus conciertos tocaba parte vestido de gala y parte con atuendo de cacique indígena.
Fue alabado por guitarristas de la talla de John Williams y recorrió 20 países de América, entre los que estuvieron Argentina, Brasil, Costa Rica, Cuba, Guatemala y Uruguay, convirtiéndose en un pionero de la guitarra clásica.