El Gobierno compraría los vehículos y se los alquilará a los empresarios que no tengan deudas pendientes, sostuvo en declaraciones a la Monumental 1080 AM.
Para asegurar el cobro del dinero invertido, se implementará el sistema de billetaje electrónico; de esta forma, todo el dinero que mueve el servicio de transporte será destinado a una cuenta y de allí será debitado automáticamente por el Gobierno.
Millonaria Inversión. El titular del MOPC refirió que este proyecto necesita una inversión de unos USD 200 millones y que existen organismos internacionales que están dispuestos a otorgar créditos. Una de las posibilidades es tomar un crédito coreano.
Jiménez Gaona agregó que el Gobierno actualmente pule el proyecto, ya que también se prevé la creación de un fondo para el transporte, de manera a que las mejoras se extiendan al resto del país.
Con el Metrobús, cuyo funcionamiento está previsto para el 2017, se mejorará el servicio para el 30 por ciento de los usuarios del área metropolitana; mientras que con el proyecto de renovación de buses se llegará el 70 por ciento restante, concluyó.
Los vehículos a ser adquiridos preferentemente contarán con acondicionador de aire, para la comodidad del pasajero, según dijo el secretario de Estado.
Explicó que si bien el Estado mantiene la propiedad de los ómnibus, el servicio será explotado por empresas privadas bajo el sistema conocido como leasing.
Las empresas estarán condicionadas a implementar el billetaje electrónico a través de tarjetas; los ingresos se depositarán en una cuenta común y luego el Estado realizará un débito automático por la utilización de sus buses.
Dudas. Los ingenieros José Tomás Rivarola y Andrés Mallada se mostraron preocupados y advirtieron sobre los peligros de que el plan del MOPC se convierta en un nuevo clavo para el Estado, similar a lo ocurrido con el préstamo del BNF, que de una deuda inicial de USD 27 millones, hoy llega a los USD 84 millones.
Rivarola, director ejecutivo de Setama entre 2005 y 2008, señaló que si bien es solo una idea, la mayoría de las empresas no tiene una estructura gerencial que les permita hacer una explotación racional y mantenimiento adecuado de la flota nueva.