“El ministro (Lavrov) subrayó que la campaña de propaganda lanzada por Estados Unidos y sus aliados sobre la “agresión rusa” contra Ucrania (...) anima a las autoridades en Kiev a sabotear los acuerdos de Minsk” e intentar resolver el conflicto en el Este “por la fuerza”, dice un comunicado de la Cancillería rusa difundido al término de la llamada telefónica.
El jefe de la diplomacia rusa también le dijo a Blinken que las respuestas de EEUU y la OTAN a las propuestas de seguridad planteadas por Moscú “ignoran las principales preocupaciones rusas”, sobre todo, en asuntos relacionados con la no expansión de la Alianza y el no emplazamiento de armas de ataque cerca de las fronteras rusas.
Lavrov subrayó que estas cuestiones ocuparán un lugar “central” en la reacción rusa a la respuesta de Occidente que se está preparando ahora.
La conversación entre Lavrov y Blinken se produce pocas horas antes de una llamada telefónica que mantendrán hoy los líderes de Rusia, Vladímir Putin, y de EEUU, Joe Biden.
Moscú califica de “histeria” el aluvión de informaciones sobre un pronto ataque a Ucrania que, según la Casa Blanca, podría producirse la semana próxima.
“La histeria de la Casa Blanca es más reveladora que nunca. Los anglosajones quieren guerra a toda costa”, señaló este sábado la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova.
Según Zajárova, las provocaciones, la desinformación y las amenazas son “el método favorito” de “anglosajones” para resolver “problemas propios”.
Estados Unidos alertó este viernes de que existe “la posibilidad clara” de que Rusia ataque Ucrania la próxima semana, por lo que pidió a sus ciudadanos abandonar el país en las próximas 48 horas y ordenó desplegar 3.000 soldados más en Polonia.
Además de la conversación con Biden, este sábado Putin también hablará de la situación en Ucrania con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, según el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Rusia insiste en que no quiere una guerra con Ucrania y ha exigido a Occidente una serie de garantías de seguridad para evitar que la OTAN se expanda más hacia el este y emplace armamento ofensivo cerca de las fronteras rusas.