El viceministro de Política Criminal, Víctor Benítez, informó, en conversación con NPY, que el amotinamiento, registrado en el pabellón B de dicha penitenciaría, fue controlado dos horas después de haberse iniciado y que el guardiacárcel tomado de rehén pudo ser rescatado por sus compañeros. Detalló que el funcionario estaba desarmado y que se encontraba sin heridas, pero en estado de shock.
Benítez explicó que son acciones que realizan los reclusos para desestabilizar los controles en la cárcel. Además, exigían que uno de los internos, que no estaba en ese pabellón, sea trasladado a otro penal, y aclaró que “el Estado no va a negociar con las personas privadas de libertad”.
Como los reos no cedían, tuvieron que solicitar apoyo a la Policía Nacional y al grupo especial para ingresar al pabellón para aplacar el motín.
Indicó también que los agentes tuvieron que efectuar disparos de balines de goma, para detener “la actitud violenta de los reclusos”.
“Lastimosamente un compañero fue mantenido de rehén por estas personas en un momento; no se negoció con ellos, la fuerza pública se hizo presente inmediatamente y se logró controlar”, expresó.
Las autoridades están identificando a las personas que se enfrentaron a con los agentes durante el motín y quemaron colchones. También brindaron asistencia médica a quienes resultaron con lesiones.
El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, informó que el amotinamiento se inició cerca de las 14:00, en el pabellón B, “donde hay una organización criminal que se está reagrupando”, que los reclusos generaban incidentes, pero que las autoridades del recinto ya contaban con la asistencia de la Policía y de militares.
Según comentó, el incidente es a causa del trabajo que se hizo a partir del operativo Veneratio, realizado el 18 de diciembre pasado, con el cual se logró recuperar el control de Penitenciaría Nacional de Tacumbú, que estaba en manos del Clan Rotela, liderado por Armando Javier Rotela.
NÚMEROS. Sin embargo, la tan mentada soberanía penitenciaria que, según el presidente Santiago Peña, se recuperó con la Operación Veneratio, es desmentida por los números: La población penitenciaria es de 18 mil personas privadas de libertad, cuando la capacidad es para 11 mil reclusos; de ellos, más de 12.500 no tienen condena; la superpoblación favorece a los grupos criminales para reclutar soldados.