La histórica movilización inició el pasado 1 de abril cuando miles de cooperativistas llegaron hasta el microcentro de Asunción en rechazo a la entrada en vigencia de la ley que obliga a las entidades solidarias a cobrar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los intereses crediticios y establece la elección de autoridades a través del sistema D`Hondt.
El sector solicitaba la derogación de los artículos cuestionados o bien, que se reconozca su vigencia a partir de julio y no en abril, como establecía el decreto del Poder Ejecutivo, al que catalogaban de inconstitucional.
La manifestación cobró mayor fuerza el lunes 4 de abril cuando campesinos de distintos puntos del país se trasladaron hasta la capital para exigir la condonación de sus deudas y el fortalecimiento de la agricultura familiar a través de una ley.
En los primeros días de la movilización también se sumaron otros grupos, como el de los frentistas y comerciantes que rechazan el proyecto del Metrobús, así como camineros y estudiantes.
La Plaza de Armas, símbolo de emblemáticas protestas ciudadanas, esta vez acogió a los numerosos agricultores que utilizaron el sitio como un puesto comando y de resistencia en las últimas semanas.
Se levantaron carpas para aguantar los rayos del sol y protegerse de las lluvias, se estableció una zona de primeros auxilios y un almacén comunitario, donde también recibían donaciones. La seguridad del lugar tampoco fue descuidada por ellos.
Diariamente se pudo observar una larga bandera con los colores patrios por las calles céntricas, que era llevada por los cooperativistas con apoyo de los campesinos. Juntos hicieron fuerza común para lograr sus reivindicaciones.
La mayoría de las marchas en estas jornadas se realizaron en horario pico, dificultando la circulación vehicular. El embotellamiento fue una constante y eso ocasionó la indignación de varios automovilistas que intentaban ingresar a Asunción.
Los días transcurrieron sin que los principales sectores movilizados obtengan respuestas favorables a sus reclamos por parte del Gobierno.
En el Congreso tampoco lograron resultados prósperos, porque en el caso de los cooperativistas fue rechazado el proyecto de derogación de los cuestionados artículos de la ley de cooperativas en Diputados y en Senadores ni siquiera se trató la condonación de las deudas de los labriegos.
Recién cuando estaba finalizando la segunda semana de manifestación se logró establecer una primera reunión entre representantes del Gobierno y campesinos, con mediación del presidente del Senado, Mario Abdo Benítez, y otros parlamentarios. Ese primer encuentro terminó en cuarto intermedio.
Las negociaciones no fueron fáciles debido a que las partes se mantenían en sus propuestas iniciales. Para el Ejecutivo nunca fue viable la condonación de las deudas de los pequeños productores y tampoco retrocedía con respecto al IVA para las entidades solidarias.
El diálogo no parecía llegar a buen puerto cuando el presidente de la República, Horacio Cartes, decidió viajar a los Estados Unidos para firmar un convenio sobre el cambio climático, al igual que el titular del Congreso, quien se trasladó hasta Rusia.
Tras varias reuniones, con idas y vueltas, propuestas y contrapropuestas, este sábado finalmente se llegó a un acuerdo entre todas las partes que posibilitó firmar un convenio y poner fin a la movilización de 22 días, la más larga en la era democrática.
El acuerdo firmado entre el Gobierno y ambos sectores establece que las deudas vencidas podrán ser refinanciadas a diez años con la quita de intereses.
No obstante, se otorgan años de gracia, pero con el aumento de la tasa de interés de acuerdo a cada caso.
Cartes felicitó a través de su cuenta de Twitter a los pequeños productores y al equipo técnico del Poder Ejecutivo por haber apelado al diálogo.
“El único camino para llegar al Paraguay que queremos”, expresó.
Por su parte, el dirigente campesino Luis Aguayo valoró la lucha en unidad y la conquista del pueblo paraguayo y sostuvo que con el acuerdo quedan levantadas las manifestaciones.
“Gracias a todos los paraguayos y paraguayas por la solidaridad durante los 23 días para demostrar amor a la lucha y a la causa, no quedaron en vano”, manifestó.
El documento firmado por ambas partes establece que con respecto al fortalecimiento de la agricultura familiar y seguridad alimentaria, el Gobierno se compromete a instalar “espacios de encuentro intersectorial”.
Asimismo, el BNF queda facultado para realizar operaciones de compra de deudas vencidas, judicializadas o refinanciadas pertenecientes a pequeños productores.
El ministro de Agricultura, Juan Carlos Baruja, señaló que el acuerdo es el triunfo del diálogo y la predisposición de las partes.
El sector cooperativo, en tanto, celebró que la vigencia al IVA sea desde el 1 de julio.
COSTO ECONÓMICO. Pese al acuerdo logrado, se debe determinar cuál es el costo económico que significa para el país la concesión del Ejecutivo. Hasta ahora no se sabe la fuente de financiamiento para algunos puntos.