“Soy femenina, y ser mujer es una fuerza increíble”, decía esta artista que supo también mantener su condición de estrella en el teatro.
Pero ante todo fue Un hombre y una mujer, Palma de Oro en 1966 en Cannes, la que propulsó su carrera.
Gracias a esta apasionada historia de amor entre una viuda y un piloto de carreras (Jean-Louis Trintignant) Aimée logró un Globo de Oro a la mejor actriz y una nominación al Oscar.
La película fue además un éxito en todo el mundo gracias a su banda sonora, y a un pegadizo estribillo de la canción principal: “dabadabadá” (que cantaban en realidad Pierre Barouh y Nicole Croisille).
Décadas después, en 2019, volvería a reunirse con su compañero Jean-Louis Trintignant para rodar Los años más bellos de una vida, una secuela perpetrada por el mismo Lelouch.
A lo largo de su dilatada carrera, Anouk Aimée trabajó con los más grandes del cine, como Bernardo Bertolucci, Vittorio de Sica, André Delvaux, George Cukor o Robert Altman.
Fue una inolvidable Lola para Jacques Demy, una mujer misteriosa para Federico Fellini en La Dolce Vita y en Ocho y medio. Para Anouk Aimée, que trabajó mucho en Italia, Fellini era el Mont Blanc del cine. En 2003 recibió un Oso de Oro en Berlín por el conjunto de su obra. EFE