En un comunicado emitido a última hora del jueves, el Gobierno de este país del sur de África informó de que el Departamento de Vida Salvaje y Parques Nacionales descubrió los cadáveres de las aves “recientemente” en una zona del Distrito Central (noreste).
Las autoridades botsuanesas señalaron que el envenenamiento fue causado por un “producto químico venenoso” hallado en los cadáveres de tres elefantes, lo que provocó “una importante mortalidad en buitres y águilas”.
Entre las aves muertas por intoxicación figuran 10 buitres del Cabo, especie que sólo se halla en Sudáfrica, Lesoto y ciertas áreas de Botsuana; y 468 buitres de espalda blanca, un animal incluido en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Las fuerzas de seguridad desplegadas en la zona “están trabajando día y noche para descontaminar la zona”, y se han tomado “muestras de los cadáveres y del entorno para hacer más análisis de laboratorio”, indicó el Gobierno.
Aunque se desconoce el motivo concreto del envenenamiento, los cazadores furtivos suelen contaminar los restos de elefantes abatidos a fin de acabar con los buitres, que acostumbran a volar en círculo en el cielo cuando muere un animal y, de esa manera, alertan a los guardabosques sobre esa actividad ilegal.
La directora de Delitos contra la Vida Salvaje del Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW, en sus siglas en inglés), Pauline Verheij, calificó hoy en su cuenta de Twitter el hallazgo de los buitres muertos de “noticia catastrófica”.
Especies “gravemente en peligro”
La organización Vida Salvaje en Riesgo Internacional (WAR, en sus siglas en inglés) subrayó este viernes que las especies de los buitres envenenados en Botsuana están “gravemente en peligro”, y recordó que estas aves realizan una de las labores “más importantes en los ecosistemas africanos”.
Los buitres -recordó WAR- “limpian los animales muertos, lo que reduce la propagación de enfermedades, y mantiene el número de carroñeros en niveles más bajos”.
Botsuana también fue noticia por una cuestión conservacionista el pasado mes, cuando anunció la polémica decisión de levantar la prohibición de cazar esos animales en su territorio después de cuatro años de veto.
Entre los motivos de esa decisión destaca el incremento de conflictos entre humanos y elefantes -incursiones de los paquidermos en pueblos y terrenos de cultivo que a veces causan grave daño a los medios de subsistencia de las familias- o el aumento de los depredadores atraídos por estos animales y su impacto en el ganado.
Con más de 135.000 ejemplares, Botsuana tiene la mayor densidad de población de elefantes del mundo.