La denunciante contó este viernes a través del canal NPY que vivió momentos terribles en la tarde del 8 de noviembre pasado, cuando su ex pareja llegó a la casa donde ella vive con su hijo en la ciudad de J. Augusto Saldívar, del Departamento Central.
La víctima recordó que estaba fuera de su casa cuando el hombre ingresó y encontró que la misma dejó su teléfono celular en la vivienda. Un momento después, la mujer llega y ve que ya lo estaba revisando.
En ese ínterin, supuestamente, él le pide hablar y le profiere maltratos de forma verbal, a lo que ella se niega entonces a escucharlo. "Él enseguida tomó una reacción violenta, me agarró de espaldas, me empujó, me agarró del cuello y me seguía diciendo groserías, me insultó", denunció.
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Comentó que intentó defenderse de la actitud violenta de su ex pareja, pero que el hombre se lanzó sobre ella y comenzó a pegarle de espaldas con un calzado en la nuca y en la espalda. “Mi hijo estaba adentro, yo empiezo a gritar y él se despierta, se encuentra con la escena de que su papá me estaba pegando con su calzado”, indicó.
La madre de la denunciante, que vive al lado, y una vecina se percataron del hecho e intentaron ayudarla, pero el presunto agresor la encerró, huyó del lugar dejando encerrados con llave a su hijo y a la mamá, llevándose además el celular.
“Pero pude lograr salir detrás de mi casa, a lo que me voy a hacer la denuncia. A los 10 o 20 minutos él le empieza a llamar a toda mi familia a decirles que retire la denuncia porque me iba a ir peor si no lo hacía”, expresó.
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La mujer intentó obtener ayuda de la Policía Nacional y de la Fiscalía, pero cuestionó que no hayan actuado al respecto, al tratarse de un intento de feminicidio.
Su abogada, Lidia Arriola, expuso que el denunciado recibió arresto domiciliario, cuando se debía disponer su prisión preventiva. Incluso, lamentó que no haya sido inmediatamente llamado a una audiencia indagatoria.
"Él sigue libre, la Justicia no hizo nada, es un abandono total. Ni siquiera podemos entrar en la casa porque llevó mi llave, él se pasea en el vehículo que quiere y cuando quiere”, lamentó la víctima, al mismo tiempo que sostuvo que ahora teme por su vida y la de su hijo.
La Ley 5777 de Protección Integral a las Mujeres contra todo tipo de violencia contempla que en este tipo de situaciones deben ser protegidos la intimidad y la imagen de la mujer, como así también el derecho a garantías de confidencialidad y judiciales.